domingo, 14 de abril de 2013

Sailor Moon y Los Star Warriors; Capítulo 7.08


 

Sailor Moon
y
Los Star Warriors

Los Star Warriors Evolution, Episodio Especial.
Capítulo 7.- Los Dark Warriors.
SC-08: Dos historias, un momento.

—Time Eight. —Sailor Moon se adelantó antes de que los Star Warriors, que ya estaban todos en pie, terminaran por desaparecer. —Les quiero agradecer a todos ustedes por la información que nos han dado. Pero aún no conocemos tu nombre.

Time Eight dudó unos segundos. Ayudó a Time One a incorporarse y confirmó que todos estuvieran listos para partir.

—Yo soy la octava guerrera del tiempo… la Anguila Eléctrica y la primera cazadora de ataque. Soy la Princesa Laisha del Planeta Alhar… Time Eight.

Y tras hacer su presentación, todos los Star Warriors presionaron el botón principal en sus cinturones. De este modo, todos ellos desaparecieron.

Las Sailor Scouts se sintieron preocupadas, pero pensaron que todo pasaría pronto. Después de todo, ellos eran más poderosos de lo que podían imaginar. Así que juntas volvieron a las cabañas y se dispusieron a disfrutar el resto del fin de semana. Por la noche discutieron la información que acababan de obtener. Al final se dieron cuenta que al tener cerca tanto a los Time Warriors como a las Estrellas de Fuego era lo mejor que les podía pasar, y la forma ideal de estar más seguras. Recordaron que las Estrellas de Fuego muchas veces trataron de evitar que ellas pelearan o cuando fue necesario crearon las distracciones o les dieron coartadas para poder estar en el campo de batalla. Pero también habían reservado esos espacios para los Star Warriors.

El domingo por la tarde abandonaron el lago, justo a tiempo para regresar a Tokio por la noche. Serena saludo efusivamente a sus padres, incluso abrazó a Sammy y corrió a dejar sus cosas en su habitación. Estaba tan emocionada que no se dio cuenta de la consternación que tenían sus padres en el rostro. Luego de dejar su maleta en su recámara, el único deseo que tenía era el de ver a Luis, y tratar de demostrarle lo agradecida que estaba con él, no solo por conseguirle la entrevista con los Star Warriors, sino por todo lo que habían estado haciendo por ellas, según lo que les dijo Time One. Claro que tenía que ser cuidadosa y no podía decirle exactamente lo que realmente sentía, ya que al final, Time One no había aclarado si ellos en realidad conocían o no su identidad.

Llegó hasta la puerta de Luis y llamó a ella. Como no obtuvo respuesta comprobó si la puerta estaba cerrada y cuando vio que no era así quiso entrar. Pero su mamá la detuvo un segundo antes.

—Espera Serena. Hay algo que debes saber sobre Luis.

Serena se detuvo, pero la puerta terminó de abrirse. Al mismo tiempo sonó el teléfono, y mientras Serena contemplaba aquel espectáculo, Rinny subió con el aparato para avisarle que era Rei quien llamaba. Lo que ambas pudieron ver les heló la sangre, mientras Mamá Ikuko trataba de consolarlas.

Luis estaba recostado en la cama y cubierto por mantas. Tenía un aspecto horrible, la piel pálida, el rostro lleno de sudor (evidentemente por fiebre), sus músculos daban leves espasmos o convulsiones y su cara reflejaba un terrible dolor, a pesar de que se mostraba inconsciente.

Instintivamente, Serena y Rinny corrieron a la habitación de Jennifer y comprobaron que ella se encontraba igual.

—Es terrible, Serena. Las Estrellas de Fuego están gravemente enfermas. —Se escuchó la voz de Rei por el Teléfono.

— ¿Todos ellos? —Preguntó Serena.

—Bueno, Ralph, Ana y Laisha no están en casa. Pero el resto de ellos está en cama y tienen muy mal aspecto.

—Sí. Aquí Luis y Jennifer se encuentran igual.

—Vinieron unos doctores de las Industrias Goldstar —Explicó Mamá Ikuko, y Serena se apresuró a poner el altavoz para que Rei pudiera oír —. Dijeron que se trataba de una gripe alérgica. Que no es contagiosa, pero que tampoco saben cuánto tardarán en recuperarse. Que si duraban más de una semana en esta condición los trasladarían a un hospital, de regreso en América. Ellos querían llevarlos desde ahora a un hotel o a un hospital local, pero les dijimos que mientras que no fuera necesario, nosotros podríamos hacernos cargo. Después de todo, ellos son nuestros huéspedes.

Serena, Rinny, Luna y Rei no compartían el optimismo de Mamá Ikuko. El panorama que las cuatro podían ver era terrible y no comprendían como aquellos doctores se habían dado el Lujo de no llevárselos inmediatamente al hospital…

Un día antes, cuando Time Eight terminó su presentación y todos los Star Warriors desaparecieron en un destello luminoso, todos ellos reaparecieron en el gimnasio de la escuela. Al parecer esto no fue tan buena idea, ya que en lugar de mejorar, todos los síntomas que presentaban los Star Warriors empeoraron. Sus armaduras desaparecieron a causa del dolor, que ahora era insoportable, tanto, que algunos de ellos hasta se transformaron en súper Aheroceloínes para poder soportarlo. Pero esto no los podía ayudar en absoluto. Las expresiones iban desde pequeños quejidos (Los que podían esforzarse más por soportar), hasta terribles alaridos; Había desde pequeños espasmos hasta convulsiones violentas; su temperatura aumentó dramáticamente, y todos ardían en fiebre.

—Luis… por favor… dime… ¿Qué tienes? —Laisha intentó acercarse a su hermano y sacudirlo por los hombros. Pero al tocarlo, el cuerpo de Luis despidió una gran descarga eléctrica que hizo retroceder a su hermana.

Al principio ella pensó que se trataba de los poderes eléctricos de Luis, pero se quitó esa idea de la cabeza cuando Alejandra y Ana intentaron incorporar a Adrián y a Alannan y recibieron la misma descarga, siendo que ellos no tenían poderes eléctricos. Entonces Laisha decidió que una pequeña descarga no iba a atemorizar a la “anguila eléctrica”. Volvió a sujetar a su hermano y esta vez sí pudo soportar la descarga. Pero algo nuevo ocurrió. Por un segundo el hombro de Luis pareció duplicarse, y la mano de Laisha lo traspasó antes de que sus moléculas se volvieran a estabilizar. En ese momento, el Evolutor, que llevaba Luis en su muñeca, se expandió formando un gran escudo que repeló a Laisha. No tenía ninguna lógica, ya que el “Escudo Evolution” solo se expandía para repeler los peligros que asechaban a su portador. Pero Laisha no podía, de ninguna manera, representar un peligro para su propio hermano.

Al tiempo, los evolutors de los otros 10 guerreros afectados, también se expandieron. Entonces Laisha comprendió que no debían estarla repeliendo a ella, sino a lo que les estaba causando este malestar. Malestar que empeoraba estando en Tokio, y era más leve estando en el lago Nikko-Shi. Desesperadamente rodeo el escudo y buscó en los bolsillos de Luis, hasta que extrajo una brillante tarjeta plateada.

—Tania, por favor, ¡escanea a Luis y a los otros y averigua qué les está haciendo daño!

—Etssss… Error en el sistema… Mal funcionamiento E’tsssss… Error… —La voz femenina y robotizada que salía de la tarjeta era casi inentendible. Al parecer también Tania, la súper computadora de Luis, estaba siendo afectada por este extraño fenómeno.

La respuesta de Tania era una de las pocas esperanzas que le quedaban a Laisha. Desesperada miró alrededor. Los “Escudos Evolution” seguían expandidos y eso le dio una gran idea. Miró a sus otros cuatro compañeros, y los cinco se colocaron en posición para abrir el Nexus.

Como una poderosa medicina, al expandirse el Nexus todos los síntomas que aquejaban a los Star Warriors desaparecieron. Una vez a salvo se apresuraron a hacer conjeturas sobre lo que estaba pasando. Definitivamente “Él” tenía algo que ver con todo esto, pero no sabían cómo lo estaba haciendo. Hicieron un par de experimentos, para saber cuánto podían resistir fuera del Nexus y cómo regresarían a sus casas. Y también planearon estrategias para poder encontrar una cura lo más rápido posible. Decidieron que, enfermos o no, ahora menos que nunca podían alejarse de las chicas y dejarlas desprotegidas, por eso tenían que volver a sus casas. Solo si las cosas empeoraban tendrían que alejarse, aunque eso significara dejarle el paso libre a Time Black, tendrían que confiar en que ellas se podrían proteger.

El lunes por la mañana la ausencia de las Estrellas de Fuego se hizo notable en la escuela. No tardó en regarse el rumor de que habían enfermado y todos, en especial los extranjeros, estaban preocupados. El director de la escuela avisó muy a tiempo que el Taller de las Estrellas de Fuego se suspendía por causas de fuerza mayor. Y en general, un aire de tristeza y decepción invadió la escuela.

 

 

Continuará…

 

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En el Siguiente sub-capítulo:

La ausencia de las Estrellas de Fuego es notoria. Seiya recoge a Serena en la escuela y la lleva a un concierto privado que ofrecen los Five Lights. Por otro lado, Laisha, Alejandra, Ana, Ralph, y Anthony, que no enfermaron, se reúnen para investigar por qué, Sin embargo, todos ellos, excepto Laisha, detectan algo que los alerta. Del lado de Serena, al terminar el concierto tiene un reencuentro muy poco agradable, y las Estrellas de fuego aparecen para intervenir. Todo parece indicar que está por comenzar una nueva batalla.

 

SM&SW-7.09: Venena

 

¿Fue mi imaginación, o Alejandra le dio una orden a la súper orgullosa y engreída de Laisha?
 

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