Sailor Moon
y
y
Los
Star Warriors
Los Star Warriors
Evolution, Episodio Especial.
Capítulo 2.- Las Estrellas de Fuego.
SC-06: Luis y Jennifer.
Capítulo 2.- Las Estrellas de Fuego.
SC-06: Luis y Jennifer.
Serena presentó a Luis y Jennifer con sus
padres, y los invitados demostraron unos maravillosos modales japoneses, lo que
maravilló a los Señores Tsukino. Durante la comida sostuvieron charlas
realmente interesantes. Poco después de la comida Luna apareció en escena,
acercándose a Luis y su hermana para conocerlos y cerciorarse de la extraña
energía que había sentido en ellos. Luis quedó fascinado con Luna, y les
platicó que él en casa tenía dos gatos, y los llamaba Bicho y Bicha. Todos
rieron con ese comentario, y Serena aprovechó para platicarles a Luis y
Jennifer sobre Artemis, a quien describió como el gato mascota de Mina y como
el novio de Luna. A Luna se le erizó el pelo, y quería saltar encima de Serena,
pero no podía mostrar su irritación enfrente de los papás de ella, de Sammy y
los invitados. Sin embargo, Luis pareció darse cuenta que algo le molestó a
Luna, y comenzó a acariciarle y frotarle las orejas, a lo que Luna quedó como
hipnotizada, presa del placer que le producía aquel contacto.
Hubo un momento que pareció tenso, cuando
los padres de Serena les preguntaron a Jennifer y a Luis sus edades. Ambos contestaron
juntos que tenían 16.
—De hecho, ambos cumplimos años el mismo
día. —Aclaró Jennifer alegremente, mientras que Luis se mostraba preocupado e
incómodo.
— ¡Valla! ¿Entonces son gemelos? —Preguntó
Sammy —. Bueno, vamos, ¿Mellizos?
—No exactamente —respondió Luis con voz
apenas audible, y cada vez más cabizbajo y preocupado. Serena reconoció esa
expresión, la misma que tenía cuando ellas intentaron interrogarlo sobre el
guerrero misterioso.
Se hizo un silencio sordo e incómodo. Los
Tsukino miraban alternativamente a ambos hermanos, mientras que Jennifer miraba
con frialdad a su hermano, que cada vez tenía la cara más hundida en los
hombros.
— ¿Otra vez? —Preguntó ella con enfado —.
¿Cuántas veces debo decírtelo? ¡No tiene nada de malo que lo digas! Por el
contrario, ¡deberías sentirte orgulloso de que algo así pudiera pasar! —Ante
las miradas expectantes de sus anfitriones, Jennifer se apresuró a aclarar.
»Soy adoptada, —dijo con voz tranquila,
—solo que a Luis no le gusta mencionarlo porque teme herir mis sentimientos.
Aunque ya le he dicho que no es así, que por el contrario me siento muy
contenta de poder ser parte de su familia… de poder ser su hermana.
»Mamá me adoptó cuando yo tenía dos años, y
desde entonces Luis y Ángel han sido mis fieles compañeros.
» Ángel sí es gemelo de Luis
Después de la sorpresa de este comentario,
el resto de la tarde fue más ameno, y la convivencia continuó hasta la hora de
la Cena. Mamá Ikuko se dispuso a la cocina, a lo que se apresuraron a ayudar
Serena y Jennifer, dejando a los hombres solos, entretenidos en “charlas de
hombres” (o sea, intrascendentes).
Después de la cena le mostraron a Luis la
habitación para Huéspedes, mientras que Jennifer compartiría el cuarto con
Serena. En ese momento, Serena notó que aún no llevaban su equipaje, pero los
hermanos Goldstar le dijeron que no se preocupara. Así que Serena bajó a ayudar
a su mamá con los trastes de la cena, mientras Luis y Jennifer subían a
ambientarse en las habitaciones. Luna seguía teniendo curiosidad por los visitantes,
así que subió a la habitación de Luis, y lo encontró platicando con su hermana.
La sorpresa de Luna fue mayor, cuando entró en la habitación y encontró que
Luis ya había desempacado, pues tenía varios montones de ropa doblada sobre la
cama y algunos objetos personales en el piso, donde él estaba discerniendo
cuales colocar sobre el escritorio y cuales en la mesita de noche. Lo curioso
de todo era que no veía maletas por ninguna parte, y no se le ocurría que
pudieran haber traído todo eso guardado en el bolsillo del pantalón.
— ¿Por qué elegiste que tú y yo
compartiéramos en la misma casa, y no que estuviéramos juntos todos en el
templo? —Preguntó Jennifer.
— ¿Y todavía lo preguntas? ¿Después de lo de
hace un rato? —Respondió Luis con ironía. —Creo que he sido muy injusto
contigo. No hemos dedicado tiempo a convivir como hermanos. Casi siempre
estamos como grupo o como equipo, y sin embargo le he dedicado más tiempo a
Linda o Ángel. Me gusta mucho que las circunstancias nos ofrezcan esta
oportunidad. —Los ojos de ambos estaban llenos de lagrimas, e
involuntariamente, también los de Luna, que fue a sentarse junto a las piernas
de Luis, quien estaba sentado en el suelo.
»Me pregunto… —continuó él mientras
acariciaba la espalda de Luna, — ¿si mi actitud contigo, en el futuro, fue
diferente? —Luna no entendió eso último, ¿estaba hablando del Futuro? Y sin
embargo estaba hablando en Pasado.
—En realidad no mucho —respondió ella —.
Recuerdas, en primer lugar, ¿por qué te encontré en el pasado? —Luis bajó su mirada
con la fotografía de una chica en la mano. La chica de la fotografía tenía un
gran parecido tanto con Luis, como con Eni, aunque más, con Luis. —Estrella… Tu
hija, no fue lo único que descuidaste en el futuro. Así fue como me involucré
con Alannan, a pesar de que él era mucho mayor que yo y que tú te oponías. Sin
embargo, ahora puedo entender y justificar que tu futuro sea así.
Entonces Jennifer notó que por la cara de su
hermano escurrían lágrimas, y entonces reparó en que en una mano sostenía la
fotografía de Estrella, mientras que con la otra acariciaba a Luna. Luna, por
su parte, escuchaba atenta aquella extraña conversación tratando de entender.
— ¡Oye! —exclamó. — ¿Crees que sea
conveniente estar hablando de esto frente a ella? —Luis se enjugó las lágrimas
con la manga de su camisa, y luego levantó a Luna mientras le respondía a su
hermana.
— ¿Cómo se te ocurre, Jennifer? ¡Los Gatos
no hablan! Luna no va a ir a contarle a nadie lo que estamos diciendo. ¿Verdad
gatita? —Decía mientras nuevamente le acariciaba las orejas como tanto le había
encantado a ella. — ¿Verdad que no le vas a decir a Serena que podemos viajar
en el tiempo? —Luna no sabía que pensar, por un lado estaba sorprendida de
aquella confesión, y por otro, seguía hipnotizada del placer que le producía la
fricción que Luis le hacía en las orejas. De pronto, Luis la soltó, y tomó de
la cama un llavero con lo que parecía el control de la alarma de un auto.
— ¿Lo traes? —Preguntó Jennifer. Luis
asintió, y presionó el botón del control, del que salió un rayo que hizo
aparecer una especie de Cinturón. Parecía un cinturón de Luchador, aunque un
poco más pequeño, más bien, del tamaño de una bolsa Cangurera. Estaba lleno de
botones y mini pantallas.
— ¡La máquina del Tiempo! —Exclamó Luis
—Pensé que sería una locura salir sin ella. De hecho, traigo las de todos.
—Si Serena, o alguna de las otras chicas, se
enteran de que no estamos siendo completamente sinceros con ellas, nos
meteremos en problemas. —Se preocupó Jennifer.
—Tranquila, —le dijo su hermano, —no estamos
distorsionando la realidad del todo. —Entonces volvió a colocar a Luna sobre
sus piernas y volvió a acariciarle las orejas. En ese momento Luna tuvo la
certeza de que Luis le estaba hablando directamente a ella. —Lo que sí es muy
importante, es que tanto Serena como las otras chicas confíen en nosotros. Eso
es algo vital, si ellas no confían en nosotros, no podremos protegerlas.
En ese momento llamaron a la puerta y Serena
se asomó a la habitación. Se sorprendió de ver a Luna, que tenía la cara como
de niña en una dulcería.
—Chicos, —dijo ella —mi papá quiere verlos a
ambos en el patio. Dijo algo acerca de un taller o algo así.
—Ah, ¡Claro! —Respondió Luis —. Se trata del
Laboratorio de Jennifer
— ¿Mi laboratorio? —Preguntó ésta, sorprendida,
mientras su hermano le sonreía y le señalaba el llavero que traía en la mano.
Jennifer captó el mensaje y se abalanzó hacia él abrazándolo por el cuello al
tiempo que brincaba dando vueltas y gritando —Gracias, gracias, gracias,
gracias…
—Lo que sí, —Aclaró él, —vamos a tener que
explicar lo de la cámara de vacío —dijo señalando nuevamente el llavero. —para
poder justificar la aparición de tanto material, y de la segunda cama que ibas
a sugerir poner en el cuarto de Serena.
—Sí, sí, si… ¡No importa! Pero vamos, vamos
—dijo ella apresurándolo, a lo que él solo atinó a sonreírle a Serena y bajar
corriendo tras su hermana.
—Es maravilloso, ¿no crees? —dijo Serena
cuando vio salir a Luna de la habitación. — Tal vez si Sammy fuera adoptado nos
llevaríamos tan bien como lo hacen ellos. —Entonces dudó de su comentario, pues
recordó la escena en la oficina del director, cuando Luis quiso defender sus
principios y sus tres hermanas lo habían respaldado, y dos de ellas no eran adoptadas.
—Yo creo que los Goldstar son una familia
muy unida y que se tienen mucho amor. —Le respondió la gata —Aún así, me parece
que hay muchas cosas que no sabemos sobre ellos. —Sentía una gran necesidad de
decirle a Serena sobre la máquina del tiempo, pero las palabras de Luis resonaban
en su cabeza:
(Tienen
que confiar en nosotros, o no podremos protegerlas)
Continuará…
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En el Siguiente sub-capítulo:
Una llamada de auxilio. Ha
aparecido otro monstruo. Por lo que se oyó en el mensaje, las Sailors
comenzaron a pelear hace rato. Pero una vez transformada, Sailor Moon no puede
escapar de su casa, solo queda una salida, y Luna correrá un riesgo enorme para
conseguirla, antes de que llegue Jennifer a su habitación. Esta aventura le
dará un nuevo sentido al término “Dejabú”.
SM&SW-2.07: El Viaje en el Tiempo
Capten: Las chicas se fueron solas de compras y no
invitaron a Serena. No es por amarrar navajas, pero con esas amigas…
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