Sailor Moon
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Los Star Warriors
Los Star Warriors Evolution, Episodio Especial.
Capítulo 4.- El regreso de Sailor Chivy Moon.
SC-10: Sailor Scouts al Ataque.
Capítulo 4.- El regreso de Sailor Chivy Moon.
SC-10: Sailor Scouts al Ataque.
— ¡LUZ INCANDESCENTE! —En ese momento, el cuerpo de Luis se tornó completamente blanco y comenzó a brillar como si se tratara de un electrodo de soldadura gigante. Obviamente todos los que estaban mirando quedaron ciegos al instante (aunque se trataba solamente de un efecto temporal), incluyendo al monstruo.
Lita, que estaba sujetando a Linda, sintió como ella forcejeó y se soltó de sus brazos para salir corriendo. Al parecer ella pensaba seguir las indicaciones de su hermano al pie de la letra, así que ellas tenían que hacer su parte. Para facilitarles las cosas, Light One comenzó a agitar tan rápido sus alas, que éstas emitieron un zumbido tan agudo que amenazaba con ensordecerlos a todos. Era ahora o nunca.
— ¡Por el poder del cristal del planeta Venus! ¡Transformación!
— ¡Por el poder del cristal del planeta Júpiter! ¡Transformación!
— ¡Por el poder del cristal del planeta Marte! ¡Transformación!
— ¡Por el poder del cristal del planeta Mercurio! ¡Transformación!
—Eternal Sailor Moon… ¡Transformación!
Justo a Tiempo, el zumbido de las alas de Light One termino, al instante en que Luis dejó de brillar y se desplomó en el suelo. Mientras tanto toda la gente se quejaba de dolor en los ojos y oídos. Las Sailor Scouts aparecieron entre la multitud, mientras que el monstruo era quien se quejaba más escandalosamente.
Sailor Moon vio a Luis tirado en el suelo y semiinconsciente. Tuvo la intención de correr a ayudarlo, pero más rápido de lo que ella podía correr, Light One aterrizó junto a él e intentó reanimarlo. Sailor Moon se acercó de cualquier forma, y ambas chicas se dieron por satisfechas cuando Luis dio un resoplido y comenzó a respirar. Entonces Light One cargó en sus brazos a Luis y se dirigió a las chicas:
—Tengo que ponerlo a salvo. ¿Vieron a donde se fueron sus amigas? —Las Sailor Scouts se quedaron paralizadas por la pregunta. — ¡No importa! Yo podré encontrarlas. ¿Creen que se puedan encargar de él mientras yo regreso con ayuda?
Las Sailors se miraron entre sí, miraron al monstruo y finalmente le devolvieron la mirada a Light One, mientras Sailor Moon se encargó de responder levantándole el pulgar.
— ¡Confía en nosotras!
—Solo si ustedes me corresponden igual.
—Entonces no tienes de qué preocuparte.
Así que con una gran sonrisa en el rostro, Light One se elevó con Luis en los brazos hasta perderse entre las nubes. Ahora era el turno de pelar de las Sailor Scouts, mas apenas tuvieron tiempo de reaccionar, pues en cuanto el monstruo se recuperó emprendió velozmente el vuelo, tratando de darle alcance a Light One. Inmediatamente, Sailor Mars unió su poder con el de Sailor Venus, y frenaron le vuelo del monstruo con una combinación de la Saeta llameante de Marte y el Beso de amor y belleza de Venus.
— ¡Cómo se atreven! —Chillaba el monstruo. — ¡Ésta no es su pelea! ¡No interfieran y les perdonaré la vida!
— ¡Estás muy equivocado, porque ésta sí es nuestra pelea! —Replicó Sailor Júpiter
— ¡Siempre que alguien aterrorice a inocentes con fines malignos…! —Dijo Sailor Venus.
— ¡…O que monstruos como tú amenacen la vida de las demás personas…! —agregó Sailor Mercury.
— ¡…Nosotras estaremos allí para pelear! —cerró la frase Sailor Mars.
—No permitiremos que seres malignos como tú obtengan un poder tan peligroso como el Poder Evolution, y menos aún, que maten a gente inocente para obtenerlo. —Anunció Sailor Moon.
—Somos las Sailor Scouts, que luchan por el amor y la justicia… y te castigaremos en el nombre de la Luna.
El monstruo, una vez más hirviendo en coraje, se lanzó contra las Sailors, pero éstas se dispersaron rápidamente eludiendo el ataque. Mas apenas se hubieron dispersado, el monstruo (como ya lo habían hecho otros monstruos anteriormente) dibujó en el aire, y alrededor de sí mismo, un anillo de metal que aumentó drásticamente su diámetro, expandiéndose y destruyendo todo a su paso. Las chicas creyeron que una vez más serían heridas gravemente, sin embargo, esta vez no se dejaron intimidar, y (como ya habían visto hacerlo a Time One) entre Sailor Venus y Sailor Júpiter atacaron al mismo aro con el Rayo Creciente y la Centella relampagueante de Júpiter. Efectivamente, el anillo se desintegró dejando desprotegido al monstruo. Esta era una oportunidad que no debían desaprovechar.
— ¡Rapsodia acuática de Mercurio! —Y el poder de Sailor Mercury encerró casi por completo al monstruo en un montículo de hielo, dejándole libres, solamente la cabeza y la punta de las alas (que había extendido para intentar huir volando).
— ¡Ahora Sailor Moon! —gritó Sailor Mars.
Sailor Moon dio un paso al frente, y se disponía a hacer aparecer su cetro, cuando un chillido y terrible rugido llamó su atención. Todas se dieron vuelta y vieron a un segundo monstruo aparecer en las orillas de aquella plaza. Era un monstruo lagartija, como los tres primeros que habían aparecido recientemente en las últimas semanas. Inmediatamente, todas las Sailors salieron a su encuentro para pelear con él, no sin que antes Sailor Mars le indicara a Sailor Moon terminar con el monstruo que ya tenían paralizado, mientras que ellas se encargaban del otro. Sailor Moon asintió, y se paró frente al monstruo congelado, sacó su cetro y preparó su ataque.
—Por el poder… del cristal… de la… ¡Ah…! —Sailor Moon no pudo terminar su ataque, pues una gran masa gris la golpeó fuertemente lastimándola y causándole mucho daño. Cuando ella pudo incorporarse, no había forma de describir el miedo y terror que sintió al ver que lo que la había atacado era nada menos que la cabeza de un velocirráptor, que se encontraba parado en el mismo lugar donde ella lo había estado tan solo unos segundos atrás.
Pero el terror no paró allí, ya que un segundo velocirráptor apareció atrás del primero. Sin perder el tiempo, Sailor Júpiter volvió en defensa de su compañera, acompañada de Sailor Mercury. Pero justo cuando ayudaban a Sailor Moon a levantarse, un poderoso rayo de energía destruyó el montículo de hielo que aprisionaba al otro monstruo, liberándolo y descubriendo a un segundo monstruo iguana. Así, la situación necesitaba mejorar urgentemente, ya que al haber cinco monstruos (uno para cada una) era mucho muy crítico, puesto que el pelear con uno solo de ellos ya resultaba bastante problemático.
Unos cuantos cientos de metros más arriba y más alejados de esa pelea, Light One continuaba su vuelo con Luis en sus brazos. De repente ella se detuvo en seco, suspendida en el aire, y se dirigió a Luis en forma recriminatoria.
—Oye… ¿No te parece que vas muy cómodo? —Durante un segundo, Luis permaneció inerte, como si aún continuara desmayado. Entonces Light One lo soltó y lo dejó caer al vacío.
Automáticamente, Luis se incorporó, extendiendo sus brazos y piernas y permaneció suspendido, flotando en el aire, sin la necesidad de hacer el más mínimo esfuerzo, ni de encender aquel misterioso destello plateado alrededor de su cuerpo. Con toda la tranquilidad del mundo enderezó su cuerpo y flotó hasta ponerse frente a Light One.
—OK. Lo siento… ¡Pero tenías razón! ¡Sí iba muy cómodo! —Parecía una mentira. Luis no se mostraba ni cansado, ni agitado, ni nada.
Aún así, después de la pelea, y de haber usado dos técnicas muy complicadas, no mostraba el menor rastro de fatiga, y más aún, se encontraba flotando, volando literalmente, a una altura de más de un kilómetro del suelo, y sin hacer esfuerzo. Como si se tratara de comer, o respirar, o caminar… así, algo tan sencillo y natural. A todo esto, Light One no se mostraba ni molesta, ni indignada, ni sorprendida. Por el contrario, se reía de la broma de Luis.
Luis hizo un movimiento con su mano, y comenzó a girar, volando alrededor de Light One, y al hacerlo iba moviendo y acomodando las nubes. Hasta que las reunió todas y formó una espesa capa de nubes, cual cama de algodón de azúcar flotante. Entonces Luis y Light One descendieron y aterrizaron en aquella espesa nube, pudiendo pisar firmemente. Pero apenas hubieron dado unos pasos, Luis giró bruscamente mirando en dirección al infinito y frunciendo el entrecejo.
— ¿Qué ocurre? —Le preguntó Light One. — ¿Te preocupan tantos monstruos?
—No es eso —, respondió Luis, —es que acaba de abrirse el túnel del tiempo, pero… —No terminó su frase, pues tres veloces sombras subieron volando por un costado de la nube, para después descender sobre ella. Se trataba de Eni, Linda y Adrián. Luis los miró por un momento, sin dejar de pensar en el túnel del tiempo. Ni él ni Light One se veían sorprendidos, al contrario, se mostraron tranquilos, como si los hubieran estado esperando y éstos hubiesen llegado retrasados. Entonces Luis sonrió y agregó terminando su comentario anterior
» ¡Ya sé qué es lo que pasa! Parece que podremos tomarnos unos minutos más antes de regresar
— ¿Estás seguro? —Preguntó Adrián.
Entonces oyeron suspirar a Light One, quien se relajó, y como si hubieran oprimido un interruptor y apagado la luz, su largo cabello rosa – fucsia se pintó, o más bien, despinto, volviéndose negro, a la vez que sus alas dejaron de brillar y se volvieron blancas en un tono mate. Ahora su parecido con Alejandra era mucho mayor que desde un principio. Se relajó una vez más y su armadura, uniforme y las franjas azules de sus alas, desaparecieron, revelando así, que la verdadera identidad de Light One, de la guerrera Alín, era Alejandra, que ahora adornaba sus ropas con su majestuoso par de alas blancas y su cola ondulante.
Pero ni Luis, Eni, Linda o Adrián se mostraron sorprendidos ni impresionados. Como si fuera cosa de todos los días, los cinco amigos se reunieron en la orilla de la nube y observaron en dirección al lugar donde estaban peleando las Sailor Scouts.
En tierra firme, las cosas no mejoraban mucho. Algo había pasado desde la aparición de los Star Warriors, que cambió drásticamente la relación entre los poderes de los monstruos y los de las Sailor Scouts, pues ahora parecía que los ataques de los monstruos les afectaban menos a ellas que los de ellas a los monstruos. Aún así, el daño que ellas podían hacer todavía no era suficiente, mientras que el que los monstruos les hacían a ellas, todavía era bastante. Más por ahora, la pelea parecía ir muy pareja, tanto, que no parecía que alguno de los dos grupos pudiera tener ventaja sobre el otro. La pelea se había dividido en cinco, uno contra uno. Sailor Mars y Júpiter peleaban contra los velocirraptors, Sailor Venus y Mercury peleaban contra los que parecían lagartijas humanoides, y Sailor Moon contra el pterodáctilo.
Podríamos decir que todo iba bien hasta ahora, hasta que en un descuido de Sailor Moon, el monstruo la sujetó de un tobillo, e intentó hacerle lo mismo que a Luis, elevándola al cielo para luego dejarla caer. Ante esta Perspectiva, Sailor Moon hizo aparecer su cetro, y golpeó fuertemente al monstruo, quien la soltó inmediatamente. Pero era un poco tarde, pues el monstruo había tomado suficiente altura, para que la caída le hiciera mucho daño a Sailor Moon. Ella, en cuestión de segundos recordó cómo Luis había hecho grandes esfuerzos para mantenerse en el aire… luego recordó su entrenamiento con las Estrellas de Fuego, donde ella fue capaz de detener una pelota en el aire. ¡Esto, definitivamente, era mucho más difícil que una simple pelota! Pero había que intentarlo, así que haciendo un gran esfuerzo, y recordando cómo lo había hecho con la pelota, intentó fuertemente detener el piso que se acercaba violentamente hacia ella. Ante el pánico que tenían en resto de las Sailors, el intento de Sailor Moon dio resultado, tan solo a unos centímetros del piso. Pero apenas se relajó, Sailor Moon calló de todas formas al piso e igualmente se golpeó, aunque con menos fuerza. Ella, aún así, se puso a llorar.
El descuido que tuvieron el resto de las Sailors, por la preocupación de la caída de Sailor Moon, provocó que todos los monstruos lograran capturarlas. Ellas comenzaron a forcejear para liberarse, pero era imposible. Sailor Moon, por su parte, tirada en el suelo, golpeada, y llorando, tampoco se dio cuenta de que un guerrero misterioso se aproximaba a ella empuñando su espada de forma amenazante. Era Kyo, que se había recuperado y vuelto a aparecer su armadura con todas sus armas. Apenas lo vio, Sailor Moon aumentó su llanto, y se acurrucó en el suelo sin poder hacer nada.
— ¡Tiara Lunar! ¡Acción! —Una pequeña voz gritó desde lo alto, justo antes de que un brillante disco dorado descendiera del cielo cortando en dos la espada de Kyo, se elevara al cielo, girara y de regreso lo golpeara con tanta fuerza que casi lo deja inconsciente de nuevo.
Continuará…
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En el Siguiente sub-capítulo:
Un momento tan esperado por muchos, finalmente ha llegado. Sailor Chivy Moon y Sailor Saturn aparecen en escena para ayudar al resto de las Sailors, sin embargo, enfrentar a 5 monstruos y a un chico enloquecido no es cosa fácil. Pero desde lo alto de una nube, Luis y sus amigos tienen preparada una pequeña sorpresa…
SM&SW-4.11: Sailor Chivy Moon y Sailor Saturn.
¿O yo me encogí, o ellas crecieron? Se nota que el tiempo no pasa de balde.
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