Hola… ¿qué tal?
Hoy les quiero
presentar esta nueva sección… bueno, en realidad no es tan nueva, sólo que… 1.-
no estaba inaugurada oficialmente como tal, y 2.- antes usaba la etiqueta de
«Anecdotario». El problema era que el Anecdotario parecía hacer referencia
directa a las Anécdotas, por lo que podría confundirse con la sección de
«Querido Diario». Y la idea era que el anecdotario lo quería usar para expresar
las ideas más locas y ocurrentes que atravesaran mi cerebro, que fuera algo así
como “Planeta locolandia”, o “mi rincón de filosofía disparatada”,
“desenmarañando el mundo”, “razones de la existencia”, “ideas y locuras”, “ser
o no ser”… ¡Algo así!
Al final concluí
que un buen concepto sería el de “Diarrea de ideas”, pero a la hora de pensarlo
con seriedad, me resultó grotesco imaginar el tipo de imagen que tendría que
usar para el blend. Así que opté por cambiar la palabra Diarrea por Derrame,
que al final es lo que intento expresar. Ideas y pensamientos que vallan más allá
del límite de los pensamientos, razonamientos, entendimientos y la imaginación
convencionales. Que se derramen o se salgan por la borda, que fluyan sin un
límite o una barrera que les ponga un “estate quieto”, como leche hirviendo o
un volcán en erupción.
Ok, me volé…
prometo firmemente no volver a fumar de eso, aunque con las entradas de esta
sección tal vez lo disimule muy bien, jejejeje…
Teorías Multidimensionales.
Para la primera
entrega oficial de este derrame de ideas he querido hablarles sobre mis teorías
multidimensionales. Un tema que resulta sobresaliente y muy trascendente en el
fic que estoy publicando, y que fue base fundamental en el desarrollo de la
saga Evolution de los Star Warriors.
Si han leído el
fic, seguramente se lo habrán encontrado ya un par de veces. Si no lo han leído
permítanme explicárselos.
Cuando empecé a
soñar con la saga Evolution de Los Star Warriors, me veía en la imperiosa
necesidad de explicar varias cosas. La primera era que mi personaje tenía que
poder justificar estar en un escenario donde él no tuviera poderes y luego en
otro donde si los tuviera. Después, al desplazarse de un escenario a otro,
encontraría la manera de hacer un vínculo entre ambos que le permitiese usar
los poderes, aunque sea por tiempo limitado, en los dos sitios. Esto dio origen
al Evolutor, aunque todavía no explicaba los dos escenarios.
La segunda cuestión
era cómo revivir a un villano que hacía mucho tiempo (en la saga original)
había desaparecido y que, según como había pintado yo el panorama, no tenía la
menor posibilidad de volver a existir. Sin embargo, en el sueño, allí estaba.
Cuando pensé en las
dos problemáticas se me ocurrió hablar de dimensiones. Eran diferentes
dimensiones donde el personaje podía o no usar sus poderes, y era de una diferente
dimensión de donde venía el enemigo que no podía existir. De hecho fue esta
segunda cuestión la que consumió más de mi energía, pues me exigía saber cómo
había sobrevivido ese villano y por qué tenía que llegar a la dimensión donde
estaba mi personaje, quien alguna vez ya lo había derrotado.
La respuesta llegó
a mí un día, mientras jugaba un volado:
Primera Teoría Multidimensional:
De los Riesgos y Posibilidades Múltiples.
De los Riesgos y Posibilidades Múltiples.
Cuando vi volar la
moneda en el aire me pregunté: ¿Qué pasaría si cayeran las dos opciones, el
águila y el “sol”? Y no me refería a que cayera de canto, sino a que de verdad
cayeran las dos caras de la moneda… ¿Cómo? En dos vidas simultáneas donde, en cada una, el resultado de un riesgo
fuera exactamente el que corresponde a cada una de las opciones…
Me explico… (para
esto, me imagino al Doc. Emmet Brown explicándole a Marty lo que es una
tangente en el continuo “espacio-tiempo”, jejeje).
Digamos que una
vida feliz y tranquila transcurre en una sola línea, recta, tal vez con un par
de curvas, alguno que otro ángulo, pero a final de cuentas una línea continua.
A esta línea, en este caso, yo la llamo «REALIDAD». Ahora, en esta realidad se me presenta un riesgo, sigamos con el ejemplo del
volado. Pues bien, ante un riesgo como éste, mi línea de realidad se ve
alterada, porque la realidad como tal no puede permitirse tomar una sola
opción, así que la línea se fractura, se divide en la cantidad de opciones que
se presentan como posibles resultados de ese riesgo, en este caso dos, que son
las dos caras de la moneda.
Así pues, mi
realidad continua, al verse de frente a un riesgo, como un volado, se ha
dividido en dos líneas, en dos realidades, que toman rumbos y direcciones
distintos, y donde, en cada una, el resultado del riesgo ha sido distinto. Es
decir, en una de las dos realidades nuevas ha caído Sol, y en la otra ha caído
águila.
Depende de la
importancia o trascendencia que representa este riesgo, es lo que definirá la
separación y la dirección de estas dos nuevas líneas que, así como pueden
seguir casi el mismo rumbo, casi paralelas, pueden hacer tangentes y ángulos
extremos que lleven las líneas de la realidad por caminos completamente
opuestos.
Esto es, hablando
de un riesgo menor, como lo es un volado. ¿Pero qué pasa si el riesgo que se
corre es más grande y las posibilidades son mayores? Puede ser una decisión,
como casarte o no casarte, estudiar o no estudiar o qué estudiar, cruzar la
calle o tomar el puente, caminar o tomar el transporte, ponerle dos o cuatro de
azúcar, responder o quedarse callado, hablarle o esperar que te llame…
decisiones, elecciones, opciones, riesgos que corremos todos los días, y cuyas
posibilidades son muchas más que las de un volado, así como las implicaciones
que conllevan son infinitas…
Piensa en una
decisión importante que hayas tomado en tu vida, trata de recordar las opciones
que tenías, lo que pudo resultar de cada una de ellas. Ahora imagina que en
alguna otra línea, todas esas opciones que tenías son una realidad… ¿Cómo sería
tu vida en cada una de esas líneas?
Hace poco platicaba
yo con uno de mis alumnos. Él llegó a mí desesperado porque no habían llegado a
recogerlo y ya tenía hambre. En su angustia me comentó: “¿Por qué es tan cruel
el destino conmigo?”, y a mí me salió, de la forma más natural e inocente
responderle así: “Toma en cuenta que cada decisión que tomas altera tu destino.
Piensa en cuánto habrás alterado ya ese destino para que éste se esté
desquitando contigo”. Una persona que me escuchó quedó impresionada, pensó que
era una reflexión muy profunda, pero como lo dije antes, a mí me salió de una
forma muy natural, y es, en parte, porque yo ya tengo muy asimilada la idea de
esta Teoría.
Segunda Teoría Multidimensional:
De los sueños recurrentes o las realidades inducidas.
De los sueños recurrentes o las realidades inducidas.
Esta es una idea
que también yo he tenido muy masticada desde muy pequeño. Y es que para los
grandes soñadores, ¿Quién puede declarar que nunca ha pensado al soñar “ojalá
sea realidad”? ¿O tal vez algo muy parecido? “Que se cumpla”, “que se realice”,
“quisiera que fuese verdad”… y hay sueños que se cumplen, hay sueños que nunca
dejan de ser eso, un sueño; Hay sueños que se deben cumplir, hay sueños que
deben quedarse en la imaginación; Hay sueños que se Pueden cumplir, hay sueños
imposibles… o que parecen imposibles…
Pongan el dedo en
ese último renglón y no lo quiten mientras hago una pequeña tangente.
Ahora hablemos de
los soñadores, que básicamente se podrían definir por el tipo de sueños que
tienen, algunos de los cuales los acabo de mencionar. Yo pertenezco a los que
sueñan sueños imposibles, en alguna subcategoría que se definiría como ficción,
fantasía, ciencia ficción, o algo así.
Me resultaba
especialmente interesante pensar en que ha habido historias que están presentes
en mi mente desde hace mucho tiempo. Hay historias que vienen y van, pero hay
otras que permanecen, y que han estado en mi mente y en mis recuerdos durante
mucho tiempo. Para no ir más lejos, veamos a Los Star Warriors, que los he
soñado desde que tengo 7 años, y hoy, a mis 30, siguen apareciendo en mis
sueños y en mis fantasías. Alguna vez pensé que era raro, pero luego volteé a
mi alrededor y me di cuenta que no, no era único y posiblemente había muchos
más. Personas que tenían que estar soñando con lo mismo una y otra vez, que los
veían que los seguían que estaban allí, en sus sueños.
Esta idea fue
retroalimentada por varias caricaturas como “El Pato Darwin”, “Animaniacs” y
“El hombre araña”
Para empezar, esos
soñadores recurrentes, es decir, los que soñaban con lo mismo una y otra vez,
eran, o más bien, son los escritores, especialmente los que escriben series,
novelas y sagas muy largas: Geroge Lucas, Stan Lee, J. K. Rowling, Stephenie
Meyer, etc. Y la idea que surgió en mi cabeza, debido a esas caricaturas es la
de que los escritores en algún momento se encontraban de frente con sus
creaciones o sus personajes.
Esto me llevó a
formular la segunda teoría multidimensional, que en un principio titulé como
“De los sueños recurrentes”, y más tarde le agregué “De las realidades
inducidas”. Y es que esta teoría nos ofrece dos posibilidades:
1.- Las realidades
que vemos a través de los sueños.
2.- Las realidades
que creamos a través de los sueños.
La primera se
explica así. Al tener sueños recurrentes hay la posibilidad de que en realidad
estemos teniendo contacto con otra dimensión. Una dimensión donde vemos todo lo
que pasa, y conocemos a la gente, y podemos ver y sentir como si fuésemos uno
de los personajes que allí habitan. Pero ese mundo, que está tan lejano al
nuestro en espacio, tiempo y realidad, sólo lo podemos ver a través de los
sueños.
La segunda opción
es que cuando soñamos muchas veces con lo mismo, los personajes, los lugares,
los sucesos de nuestros sueños cobran vida, y ocupan un lugar en el espacio,
tal vez uno muy lejano, pero, cuando dejamos de soñar, ellos estarán allí, y
seguirán su propio camino. Eso también explica por qué, sobre todo con los
escritores, existen tantos personajes que se resisten a morir, y aún cuando uno
ha tomado la decisión de que la historia ha llegado a su final, los sueños
siguen.
Recuerdo mucho un
comercial que veía cuando era pequeño, en que un escritor llega, se sienta a la
mesa frente a su máquina de escribir y comienza a presionar las teclas,
mientras va narrando la historia y los personajes aparecen a su espalda. Ellos
van haciendo todo lo que él va escribiendo. De repente al escritor no le gusta
cómo va, arranca la hoja, la hace bola, la tira y los personajes desaparecen.
Luego vuelve a escribir, los personajes reaparecen y vuelven a seguir las
palabras del escritor. De repente el escritor decide que el personaje hombre
debe asesinar a la mujer, pero entonces, el hombre se acerca por detrás del
escritor y es él quien arranca la hoja de la máquina y le grita al escritor:
“¡Ya basta, yo no quiero matarla!”. Entonces el escritor se levanta muy enojado
y le responde a su personaje: “¡Tú haces lo que yo te diga, porque yo te
inventé!”. Y sin darle tiempo a nada más, el hombre le responde: “¡Sí, pero
ahora soy real!”. Y allí se oscurecía la pantalla y entraba la voz con el
mensaje del comercial, que creo que era sobre las telenovelas. Pero bueno, este
ejemplo me ha servido para hacer una demostración de esta segunda teoría
multidimensional.
Otros ejemplos,
también, se pueden ver en algunas de las caricaturas que ya mencioné o en la
película de “El mundo de Sofía”. Y digo la película porque no he leído el libro
y no sé si lo maneje igual. Pero mientras tanto, allí está
Pues espero que les
haya resultado de interés, y que les haya gustado. Estaré exprimiendo mi cerebro
para mantener activa esta sección. Hasta la próxima, y nos seguimos leyendo…
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