Sailor Moon
y
y
Los
Star Warriors
Los Star Warriors
Evolution, Episodio Especial.
Capítulo 0.- Dimensión “S”.
S.C. 0.19.- Tokio.
Capítulo 0.- Dimensión “S”.
S.C. 0.19.- Tokio.
— ¡No puede ser! ¡Se
me ha hecho tarde otra vez!
— ¡Te dije que te
levantaras más temprano! Protestó Luna, que iba corriendo atrás de Serena rumbo
a la escuela.
— ¡Ya deja de
molestarme Luna! Sabes bien que me encanta dormir. Necesito protestar ante el
que decidió que los días empezaran tan temprano.
—“Al que madruga,
Dios le ayuda”, Serena. Ya deberías saberlo. Además, saliste corriendo tan
rápido que olvidaste tu almuerzo. Aquí lo traigo.
Serena detuvo su
camino y miró con agradecimiento a Luna, mientras le desataba el recipiente que
contenía su almuerzo.
—Bueno, sabes que
también me encanta comer. Como de todas formas voy a estar castigada no creo
que haya problema en que me coma ese almuerzo de una vez.
—Serena, no deberías
hacer eso, tendrás hambre más tarde… ¡SERENA! ¡CUIDADO!
No se había dado
cuenta. Por ir distraída comiendo, Serena bajó descuidadamente la acera, y
estuvo a punto de ser arrollada por dos veloces limusinas que iban pasando en
ese momento. De no ser por las advertencias de Luna, hubiera ocurrido algo
terrible.
— ¡Serena! —la voz
de Rei distrajo la atención de Serena apartándola por un momento del susto que
acababa de pasar. — ¡Se supone que eres la reina del futuro, no la futura
alfombra del palacio!
— ¡No me molestes
Rei! Estaba comiendo el delicioso almuerzo que me hizo mi mamá.
—Eres el colmo,
Serena. Otra vez vas tarde para la escuela.
—Yo traté de
levantarla temprano, —dijo Luna, —pero sabes que esa es una tarea casi
imposible.
—Solo quisiera
saber, ¿De dónde salieron esas limusinas? —Reflexionó Serena. —No es común ver
vehículos tan lujosos y tan veloces por estos lados de la ciudad.
Y las tres voltearon
a ver en dirección a donde aún se podían distinguir los veloces vehículos de
lujo.
————
O ————
—Así que es ella.
—Dijo Ralph conteniendo la risa al mirar por la ventana de la limusina. —Tienen
razón, parece muy boba y no luce como una gran guerrera. Luis, ¿estás seguro de
eso del Guardián Supremo?
—Ya te dije que es
solo una teoría, Ralph, no la he podido comprobar. Aún así, a lo mejor me
equivoco, y debemos enfocarnos más en las otras dos teorías. Pero eso lo
sabremos cuando “Él” dé el primer golpe.
—Pues a mí ya me da
curiosidad no haber visto esa caricatura. —Completó Ana. —No me puedo imaginar
cómo una niña miedosa y chillona pudo transformarse en una guerrera tan
poderosa como dicen ustedes.
—Ya podrás darte una
idea, Ana. Solo esperemos que cuando lleguemos al hotel Alannan y Jennifer ya
hayan hecho su trabajo.
Luis miró
detenidamente a sus compañeros de viaje. Con Alannan y Jennifer viajando en el
tiempo, los 14 restantes se habían distribuido en las dos limusinas. Con Luis
viajaban Alejandra, Ralph, Ana, Anthony, Linda y Eni, mientras que el resto iba
en el otro vehículo.
Siguieron un largo
tramo por la misma avenida y luego entraron a una de las arterias principales
de Tokio. Después de un par de minutos llegaron al Hotel Plaza, uno de los más
importantes en Japón. Luis y sus acompañantes bajaron de su vehículo, mientras
que del otro bajaron Kisaír, Karla, Ruy, Robert, Adrián, y Richie. Laisha
permaneció dentro de la limusina esperando las indicaciones de su hermano.
Estuviera o no hecho el trabajo de Alannan y Jennifer, aún podrían surgir
problemas, y Laisha se encargaría de solucionarlos si se daba el caso. Luis
avanzó al frente de sus compañeros, y entraron juntos al hotel. Sin embargo, no
se dirigieron directamente a la recepción, sino que Luis decidió permanecer en
el vestíbulo. Allí aguardaron un par de minutos. Algunos, como Robert o Adrián,
comenzaban a desesperarse, pero no tardaron en recibir la señal que Luis
esperaba. Su evolutor destelló y por unos segundos cambió a color rojo, lo que
significaba que se había dado un cambio en la línea de evolución y del tiempo.
Solo esperaba que “Él” no lo hubiera notado también; su esperanza y confianza
se centraba en que, por ahora, no había dado señales de haber vuelto a esta
dimensión, por lo que la alteración no debió llegar hasta él.
En cuanto el
evolutor regresó a ser azul Luis se dirigió a la recepción.
—Buenos días.
—Saludó él en un japonés perfecto y fluido. —Mis compañeros y yo venimos de
América, tenemos una reservación.
— ¡Claro que sí,
joven! —Saludó la recepcionista. —Permítame su identificación.
Luis metió la mano
en el bolsillo y sujetó a TANIA. Haciendo uso de sus poderes se las ingenió
para transformarla y que tomara la apariencia de una credencial de
identificación. Entonces se la entregó a la empleada del mostrador. Ella
consultó en su computadora.
—Lo siento, señor…
Goldstar. Pero no veo su nombre en la lista.
Luis sabía que esto
podía pasar. Las ondas de tiempo solían tardar en surtir efecto. Sin embargo
decidió probar una vez más con su suerte
— ¿Podría revisar de
nuevo? Por favor… tal vez verificando la ortografía de mi apellido.
— ¡Será un placer!
—Respondió la chica, deslumbrada por los ojos oscuros y el encanto natural del
extranjero.
Mientras la
recepcionista volvía a teclear el nombre de Luis, éste miraba impaciente con su
visión computarizada. Él podía ver la imagen de la “Estrella del Tiempo” como
una marca de agua en una esquina de su rango visual. La chica terminó de
teclear. Justo en ese momento todos sintieron un escalofrío. La imagen de la
estrella del tiempo en la visión de Luis se solidificó, sus colores de avivaron
y luego desapareció. Era la señal, la onda de tiempo ya había llegado.
— ¡Valla! Al parecer
me equivoqué, Señor Goldstar. Efectivamente está reservada la Suite presidencial
para usted y otras 15 personas. Estamos hablando de todo el piso,
prácticamente… ¡Oh, por Dios! ¡GOLDSTAR! ¿Es usted…?
—Solo le agradecería
que no hablara tan alto, por favor —rogó Luis, mostrándose bastante
comprometido por la efusividad de la chica, a la vez que sonreía para sus
adentros al comprobar el, como siempre, excelente trabajo que habían hecho sus
centinelas —. Mis compañeros y yo estamos de vacaciones, no quisiéramos llamar
la atención de la prensa o de los curiosos.
— ¡Por supuesto, señor
Goldstar! Es que esto es como un sueño… ¡No lo puedo creer! —Trató de
controlarse y concentrarse en su trabajo. — ¡Todo listo…! Sólo… Bueno, no
quisiera causarle ninguna complicación… pero la reservación se hizo por
internet, y para confirmarla se necesita la firma de alguien que sea mayor de
edad… Según su identificación, usted tan sólo tiene 16 años, ¿No es así?
— ¡Eso no es ningún
problema! —Sonrió Luis guiñándole el ojo. —Permítame felicitarla y agradecerle
por hacer un trabajo impecable… en cuanto a la firma… Mi madre espera en la
limusina, a la entrada del hotel. No debe tardar, de hecho…
Luis giró la cabeza
y lo comprobó. Atravesando el umbral de la puerta de entrada al hotel venía la
señora Alejandra Goldstar acompañada de su hija Jennifer y el novio de esta,
Alannan. Los tres avanzaron hasta encontrarse con Luis.
— ¿Todo bien,
chicos? —Preguntó la señora.
—Todo bien, mamá.
Nada más hace falta que firmes y tendremos nuestra estancia sin problemas
durante el resto de nuestro viaje.
—Bueno, entonces
démonos prisa. Tengo que regresar a la empresa cuanto antes. Solo espero que tú
y tus hermanas se puedan hacer cargo desde ahora. —Miró a Luis con ojos severos
y esperó a que éste asintiera. —Señorita, soy Alejandra Raider de Goldstar.
Dígame lo que falta para que inicien las vacaciones de mis hijos y sus amigos.
La chica de la
recepción salió de su estado de shock (causado por la impresión de ver de
frente a semejante personalidad) y le indicó a la Señora Goldstar dónde debía
firmar. Seguido de eso, la señora Goldstar insistió en acompañar a los
muchachos hasta sus habitaciones. No dejó de llamarle la atención a todo el
personal que estuvo a cargo de esta recepción, el hecho de que nadie de estas
personalidades llevara equipaje consigo. Cuando la recepcionista preguntó, la
señora Goldstar le respondió que: “Una de las cosas por las que menos se tienen
que preocupar Los Goldstar, es por el equipaje”.
El Botones acompañó
a la Señora Goldstar junto con los 15 adolescentes hasta la suite presidencial,
la cual comunicaba perfectamente 8 habitaciones individuales en las que se
instalarían los jóvenes.
Una vez solos, la
señora Goldstar se relajó, y se permitió una transformación sorprendente,
revelando que todo el tiempo se había tratado de Laisha, disfrazada por un
poder de transmutación que compartían todos los Star Warriors Evolution.
—Ok, ya estamos en
la tierra, ya estamos en Tokio… —Recapituló Richie. — ¿Ahora cómo le vamos a
hacer para acercarnos a las Sailor Scouts?
Continuará…
-------------------------------------------------------------------
En el Siguiente sub-capítulo:
Finalmente llegó la hora de
las últimas explicaciones que tiene que dar Luis. Gracias a eso, Anthony podrá
expresar la idea que tiene en mente y será tan grandiosa que la imaginación de
todos se disparará permitiéndoles aportar y opinar, hasta que finalmente estén
todos los ingredientes que se necesitan para hornear este delicioso pastel.
SM&SW-0.20: La idea de Anthony.
¡Bravo, Eni! No se requiere
tanto valor para luchar contra monstruos capaces de destruir planetas, como
para exponer a tu enamorado a las garras de una posible rival de amores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario