Sailor Moon
y
y
Los
Star Warriors
Los Star Warriors
Evolution, Episodio Especial.
Capítulo 0.- Dimensión “S”.
S.C. 0.20 – La idea de Anthony
Capítulo 0.- Dimensión “S”.
S.C. 0.20 – La idea de Anthony
— ¡Ya les había
dicho que yo tengo un plan! Pero Luis no ha acabado de explicarme. —Reclamó
Anthony.
—Es cierto, te lo
había prometido. —Se disculpó Luis a su vez. —De acuerdo, esta es la
explicación. Dije que íbamos a tener que hacer un contacto doble con las
chicas: Uno como Star Warriors y otro como Estrellas de Fuego.
»En ambos tenemos
objetivos compartidos. El primero y primordial es el de protegerlas. El segundo
consistirá en proporcionarles toda la información que ellas necesiten, acerca
de nosotros y nuestro enemigo… ¡Claro! Sin permitir que ellas hagan la conexión
entre nosotros y nuestras identidades. Recuerden que esto aún debe quedar en
secreto. También deberemos explicarles lo que haga falta decirles acerca del
Poder Evolution y todas las implicaciones que trae consigo. Si es necesario,
también, les hablaremos de la historia completa de los Star Warriors y los
niveles de poder.
»Al final, el gran
objetivo general de esta misión de encuentro será de simple contacto, a través
del cual, ellas deberán poder confiar en nosotros, tanto como Star Warriors
como en nuestra forma “normal” de Estrellas de Fuego, y sin que relacionen
ambas identidades.
»El problema, que
creo que tú ya resolviste, es el cómo lo vamos a hacer. ¿Cómo justificar
nuestra presencia y cercanía tan repentinas?
Anthony guardó
silencio y comenzó a caminar en círculos por la habitación. Sopesó la información
que le acababa de dar Luis y recapituló mentalmente todo lo que llevaban del
plan hasta ahora. Luego se detuvo frente a Luis y mostró una enorme sonrisa.
— ¿Qué te parece un
intercambio escolar? ¡Bueno! No un intercambio. Un encuentro. ¡Haz de cuenta!
Las industrias Goldstar patrocinan a diferentes estudiantes privilegiados, o
prodigios, en cuyo perfil encajamos perfectamente, para un encuentro de
intercambio académico-cultural. Venir como parte de un paquete, no sólo
nosotros… digamos… mezclarnos entre unos 40 ó 50 estudiantes. El lugar del
evento sería en la misma escuela donde estudian las chicas, y puede ser tan
largo o tan corto como lo necesitemos, ya sea un par de días o todo un ciclo
escolar. Ya manipulamos nuestras edades para que sean compatibles con ellas.
Podemos, a la perfección ser también estudiantes. Eso garantizaría que estemos
con ellas, al menos durante el tiempo de escuela… Bueno, esa es mi idea.
—Suena…
¡Interesante! —Opinó Alannan.
— ¡Es genial!
—exclamó Luis, mostrando satisfacción por el buen plan que le proporcionaba su
compañero. Anthony era muy imaginativo y creativo. Por lo regular siempre tenía
muy buenas ideas. —Solo haría falta pulir un par de detalles, pero creo que
puede funcionar.
—Tendríamos que
volver al pasado un par de meses para poder ajustar el plan y que cumpla con
los requisitos legales necesarios. —Opinó Jennifer.
— ¡Yo tengo otra
idea! —Intervino Eni. —He visto que en algunos programas de intercambio sale un
hijo, miembro de alguna familia, y esta familia recibe a otro estudiante
extranjero. Como si las familias, en ambos países o ciudades intercambiaran
hijos, y no solo las escuelas. No me agrada mucho exponer así a Luis —dijo
mirándolo con recelo, —pero creo que la situación lo amerita. Además de que
aquí, los locales no abandonarían sus hogares… me imagino, más bien, como un
programa de anfitriones, donde los residentes locales reciban a los extranjeros
en sus casas mientras que dura el intercambio. Podríamos procurar que, por lo
menos las cinco chicas más importantes, participen en el programa y que algunos
de nosotros nos hospedemos con ellas. En especial, aunque me duela decirlo,
sería muy importante que Luis pudiese hospedarse con la familia de Serena. Así
garantizaríamos estar más tiempo a su lado. Tiempo extra, aparte del que
compartiríamos en la escuela.
—Hablando de tiempo
extra. ¡A mí se me ocurre algo más! —Esta vez la que participó fue Alejandra.
—Bueno, no es que quiera parecer lambiscona o algo similar. Pero creo que
nosotros cuatro, los Light Warriors, somos los que más recientemente nos hemos
unido a este equipo. Yo en lo personal tuve la oportunidad de recibir
entrenamiento personalizado, y debo decir que fue una experiencia muy
gratificante y satisfactoria. ¡Gracias a mi Entrenador, Alannan! Pero a lo que
voy. No solo Alannan, sino varios de nosotros tenemos experiencia en el campo
de batalla y como entrenadores y desarrolladores de planes de entrenamiento.
Algunos otros tenemos experiencia como docentes o instructores. Por otro lado
quisiera decir: tengo muy poca experiencia en cuanto a Estrellas de Fuego se
refiere. Pero siempre me ha parecido un grupo muy hermético, muy cerrado. Si es
la pantalla que queremos usar en esta dimensión, y a la vez queremos que las
chicas se acerquen a nosotros, creo que no va a funcionar. ¿Pero qué les
parece, abrir las Estrellas de Fuego al público, específicamente a ellas, las
Sailor Scouts? Me refiero a hacer una especie de taller o curso, hablando del
intercambio académico, donde demos un entrenamiento especial, en el que,
obviamente, ellas van a sobresalir y serán las que mejor lo aprovecharán. Así
también cumplimos el objetivo de proporcionarles información.
Todos rebosaron de
alegría. La idea de Anthony finalmente le había dado forma al plan para
acercarse y proteger a las Sailors, y además, había despertado nuevas ideas
complementarias en todos, así que todos podrían participar en la logística. Con
la colaboración de todos, el plan estaba casi completo. Ahora solo restaba un
detalle que a Luis le seguía haciendo ruido.
— ¡Es perfecto!
—Exclamó. —Pero aún nos resta un detalle importante. Necesitamos una primera
impresión que provoque impacto. Algo que nos abra sus corazones y casi, casi,
nos tenga asegurada su confianza y su amistad.
— ¡Tú deberías saber
cómo! —Era el turno de participar de Adrián. —Después de todo eres el “Príncipe
Rompecorazones”. ¿No?
— ¡QUE DICES! —Los
celos de Eni no se hicieron esperar ante el comentario de Adrián.
— ¡Tranquila! No me
refiero a eso. Simplemente se me ocurre, que la mejor forma de conquistar a una
chica es con un príncipe azul. Y nosotros ya tenemos un príncipe, que además
sabe cómo llegar a los corazones.
— ¡Pero Serena
Tsukino ya tiene novio! —Rebatió Eni.
—Pero las demás no.
— ¡Pero yo sí tengo
novia! —Interrumpió Luis. —Además, no se trata de enamorarlas, o de iniciar
relaciones que no vamos a poder sostener.
— ¡Auch! ¡No me
entienden! ¿Cómo hacen los príncipes para conquistar a las doncellas en los
cuentos? ¡Rescatándolas de grandes calamidades! Luchan contra dragones, las
rescatan de los bandidos, matan ogros y gigantes, escalan torres altísimas,
desafían magos, brujas y hechiceros, rescatan y les ofrecen los más
maravillosos tesoros del planeta. ¡A eso me refiero! Esa primera impresión que
buscas. Debemos ayudarlas o rescatarlas de algún apuro.
»Como Star Warriors
la tenemos garantizada. Pero como simples mortales… tampoco tiene que ser algo
grande. Podemos aparecer milagrosamente y ayudarles en una tarea de
matemáticas, salvarlas de un asalto, evitar que el auto en el que van choque,
protegerlas de cualquier clase de altercado menor… ¡Ya me acordé! A Serena le
gustan los videojuegos. Podrías ayudarle a ganar o darle tips o algo así.
Incluso podrías reprogramar alguna consola para que ella te pueda vencer o que
a ella se le facilite ganarte o… ¡Tú sabrás!
— ¿Salvar a las
damiselas en desgracia…? —Luis reflexionó por unos momentos mientras abrazaba a
Eni. —No lo sé. No me veo provocándoles una situación en la que ellas se vean
necesitadas de socorro.
— ¡Pero no
necesitamos hacerlo! —Ratificó Adrián. — ¿A caso no conoces a Serena Tsukino?
¿No la consideras suficientemente capaz de meterse en problemas ella sola? Y
tienes la garantía de que Tuxido Mask no siempre va a estar para salvarla. Más
aún, si se trata de problemas de proporciones pequeñas o triviales, que no
requieran precisamente de un héroe, sino simplemente de un galante caballero.
Luis volvió a
meditarlo y miró de reojo a Eni. Ella se veía furiosa, con el ataque de celos a
punto de hacer explosión. Pero también era consciente de que el plan de Adrián
era necesario, tanto para proteger a las Sailors, como para tener una
oportunidad de derrotar finalmente a su enemigo. Así que hizo un esfuerzo por
tragarse su orgullo y sus celos y miró a Luis con asentimiento. Entonces él se
volvió al grupo y declaró triunfante.
—Chicos… ¡Tenemos un
plan!
Continuará…
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En el Siguiente sub-capítulo:
Es hora de festejar.
Finalmente tenemos un plan. Pero la felicidad se ve interrumpida por la
aparición de un monstruo. Sólo que, al parecer, no pretende atacar en la
tierra. Time One aparece en escena para perseguir a este enemigo, solo que
dicha persecución llevará a nuestro héroe a un lugar muy lejos de sus propios
deseos, muy cerca del peligro y un poco más allá de su imaginación. Todo para
descubrir algo extraordinario…
SM&SW-0.21: El centro de la Galaxia.
Una presencia poderosa en el
centro de la Vía Láctea… ¡Creo que ya sé quién es!
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