Sailor Moon
y
y
Los
Star Warriors
Los Star Warriors
Evolution, Episodio Especial.
Capítulo 0.- Dimensión “S”.
S.C. 0.30 – Proximidad; Una presencia en el túnel del tiempo.
Capítulo 0.- Dimensión “S”.
S.C. 0.30 – Proximidad; Una presencia en el túnel del tiempo.
El auto deportivo
pasó velozmente por la ciudad de Narusawa sin detenerse, y siguió de largo
hasta llegar a Fujiyoshida donde se dirigió inmediatamente al hospital. Haruka
y Mishiro se aseguraron de que la niña a quien habían rescatado recibiera la
atención necesaria, y permanecieron a su lado durante los siguientes dos días,
antes de permitirse regresar a Tokio.
————
O ————
—Te lo dije, amigo.
—Protestaba Adrián ante el mal humor de Luis. —Ellas no son rutinarias. Es
decir, si siguen rutinas como todo el mundo, pero ellas son más eventuales. El
menor de los acontecimientos las hace cambiar de planes en menos de un segundo.
»Yo oí claramente
cuando dijeron que vendrían a este local de videojuegos. Algo debió haber
pasado para que no hayan venido.
Luis pareció relajar
su semblante molesto mientras observaban el local desde el otro lado de la
calle. Sonrió pícaramente y miró de lado a su compañero.
—Amig-Azo…
¡Relájate! —La broma de Luis incluía una mezcla del superlativo de “Amigo”, las
iniciales de Adrián y el mismo nombre Aheroceloín del muchacho. —Podría quedar
en que Serena se quedó dormida una vez más y por eso se les hizo tarde. Tú sólo
debes relajarte, respirar hondo, aligerar el peso de tu Kí…
Adrián iba siguiendo
las indicaciones de su amigo y entonces pudo sentirlo. Cuatro presencias poco
usuales para tratarse de chicas preparatorianas comunes, dos un poco más
pequeñas pero, aún así, sobresalientes para tratarse de simples gatos. Hizo
ademán de querer voltearse a mirar, pero Luis lo detuvo.
— ¡No voltees!
Recuerda que no necesitas los ojos para verlas.
— ¡Lo sé! —Adrián
estaba que no cabía en sí de la emoción. —Te dije que vendrían. ¡No me
equivoqué!
—Sólo son cuatro de
ellas, y los gatos. —respondió Luis dubitativo.
—Bueno, no me vas a
cobrar a mí ese error. Seguramente fue lo que las atrasó, que la otra (es
Marte, ¿verdad?) no haya podido venir. Pero no vas a encontrar otra oportunidad
como esta para hacer contacto con ellas dentro del plazo que establecimos.
Luis volteó a
mirarlo con mirada de conspiración.
—Amigo… ¡Tienes
razón! Es momento de actuar…
Sigilosos como
fantasmas se teletransportaron hasta la puerta del local, y entraron a éste sin
intentar pasar desapercibidos. Una oteada discreta al lugar y ubicaron dónde
estaba cada una: Serena y Mina estaban en la máquina de Karaoke, Lita en un
juego de peleas, y Amy estaba en la fuente de sodas con Luna y Artemis. Además,
había muchas otras personas repartidas en las diferentes máquinas y mesas.
Luis y Adrián
pasaron de largo, procurando no mirar la consola en la que estaban Serena y
Mina. Llegaron hasta la barra, quedando muy cerca de Amy, y le pidieron cambio
al encargado. Luego dieron un giro rodeando varias máquinas hasta quedar a sólo
dos de separación de Lita por un corredor adyacente. Para Luis no pasó
inadvertido que cuando rodearon el pasillo habían pasado de frente por el videojuego
de Sailor V, y recordó que ése era el favorito de Serena.
— ¿Y bien? —Preguntó
Luis cuando se colocaron ante un juego de carreras de autos. Se sintió confuso
ante los controles, no porque no los entendiera o los recordara, sino porque
para sus habilidades este tipo de juegos ya no representaban ningún desafío. —
¿Cuál es el plan?
—Se me había
ocurrido que le ordenaras a Tania descomponer la máquina en la que ellas
estuviesen jugando, para que luego aparecieses tú, como todo un héroe, para
reparárselos.
— ¡¿Estás loco?! Eso
suena patético.
Luis volvió a
escanear el lugar con la mirada en busca de más opciones para facilitar un
encuentro, cuando unas voces sobresalientes llamaron su atención. Se trataba de
dos niños, casi adolescentes… deberían tener unos 12 años aproximadamente.
Fanfarroneaban, y se lucían por las máquinas por las que pasaban y gustaban de
jugar. Luis los observó y luego dirigió su mirada hacia una gran consola, muy
llamativa al fondo del local. El último juego de “Peleas Callejeras”. La mente
del príncipe del tiempo empezaba a formular un plan, pero fue interrumpido.
Algo terrible
ocurrió. Demasiado terrible para pasar precisamente ahora. Aunque sabía que
debía esperarlo en cualquier momento, ahora lo tomaba completamente por sorpresa.
————
O ————
Rei había sido
obligada por su abuelo y Nicholas a hacerse cargo del templo mientras que ellos
dos iban a atender un asunto muy urgente cerca de la piscina pública (donde
habría cantidad de chicas en diminutos bikinis). A pesar de todo lo que ella
discutió, descubrió que no iba a salirse con la suya. Por eso ella no pudo
acompañar a sus amigas al centro de videojuegos. Enfurruñada barría con fuerza
el patio del templo, como si quisiera romper el piso en pedazos de puro coraje.
De pronto tuvo un
mal presentimiento. El viento empezó a soplar con irregularidad. Sus dos
queridos cuervos comenzaron a graznar desde el interior del santuario. Algo muy
malo estaba por pasar. Desde la otra noche, cuando aparecieron aquellas chispas
en las estrellas, ella supo que estaba ocurriendo algo fuera de lugar, que no
presagiaba nada bueno. Incluso antes, haría cosa de un par de días previos a
las chispas estelares, estuvo segura de haber percibido una gran aura maligna
que desapareció en un periodo muy corto de tiempo. Entonces no le dio
importancia, pero ahora todo parecía indicar que era algo importante, porque
ahora volvía a sentir aquella presencia, pero intensificada por miles.
Inmediatamente dejó
caer la escoba en el lugar donde estaba y corrió al interior del templo. Ella
tenía que averiguar lo que estaba pasando para estar preparada y avisarle a sus
amigas en caso de ser necesario.
————
O ————
Sailor Plut y Sailor
Saturn vigilaban la puerta del tiempo, mientras se relajaban haciendo algo de
meditación. Aquel lugar solitario no era, por mucho, aburrido. Había muchas
cosas que hacer. Sailor Plut gozaba de una gran biblioteca, por no mencionar su
gran cantidad de conocimientos. En aquel aislado lugar, ella era una maestra
para Sailor Saturn, quien disponía de espacios abiertos para correr y jugar.
Además, ambas disfrutaban de practicar con sus poderes y ejercitarse para
mantenerse en forma.
La hora de hacer
meditación era siempre al medio día, cuando podían canalizar la mayor cantidad
de energía del sol. Entonces oyeron el ruido. No esperaban a nadie, ni habían
sentido que alguno de los medios que cualquier “conocido” pudiera haber usado
se hubiese activado. El intruso había llegado hasta allí por sus propios
medios, y el aura maligna que desprendía dejaba en claro que sus intenciones no
eran buenas.
—Hotaru, tienes que
escapar.
— ¿Qué dices? ¿Por
qué, Setzuna?
Sailor Plut se
arrancó una llave del cuello y se lo entregó a la Sailor más pequeña.
—Tengo un mal
presentimiento. ¡Ve hacia el futuro! Cuando las cosas se tranquilicen vuelve
para pedir ayuda.
— ¡Pero Setzuna!
— ¡Haz lo que te
digo! ¡No importa lo que me pase ahora! ¡Tú debes mantenerte a salvo!
Los ojos de Sailor
Saturn se llenaron de lágrimas. Ella también sabía que algo andaba mal, y los
pasos del desconocido se dejaban oír con más claridad desde la oscuridad. Aún
con renuencia tomó la llave que le ofrecía su compañera y se dirigió hacia la
puerta que separaba los tiempos para desaparecer a través de ella.
—Chivy, Chivy… —El
eco de la pequeña voz resonó en aquella cámara, al tiempo que el cuerpo del
visitante se aproximaba a la luz para descubrir su silueta. — ¡Hola, Sailor
Plut! Chivy…
Sailor Plut no lo
podía creer. Reconoció inmediatamente a aquella pequeña niña de chonguitos
rojos y grandes y hermosos ojos azules. Chivy-Chivy caminaba alegremente, dando
saltitos y dejando correr el aire por los pliegues de su diminuto uniforme.
Llegó hasta quedar frente a Sailor Plut y la miró directo a los ojos. La Sailor
Scout lo supo inmediatamente: Este sería el último día de su vida.
————
O ————
—» ¡Luis, no puedes
venir! —Alannan intentaba calmar a su compañero que se comunicaba con él a
través del pensamiento. —Tienes una misión importante qué cumplir.
—Sí, y para poder
cumplirla tal cual debes de calmarte. —Completó Adrián, que se encontraba junto
a él, en voz alta.
—» ¡Es que no
entienden! ¡“ÉL” ESTÁ AQUÍ! ¡ESTÁ EN EL TÚNEL DEL TIEMPO! —Luis estaba
incontenible. Se había retirado con Adrián a las consolas que se encontraban
escondidas en lo más profundo del local, donde casi nadie les prestaba
atención.
—»Lo sé, —se explicó
Alannan por el mismo medio que les facilitaba cubrir las distancias sin que él
mismo se involucrara en la misión de Luis y Adrián. — ¡Todos pudimos sentirlo!
Por eso es que ya Jennifer, Laisha y Alejandra se encuentran dentro, tratando
de cubrir el mayor terreno posible. Y si me prometes tranquilizarte, yo mismo
estoy a punto de partir.
Luis respiró hondo.
Estaba sudando de nervios y su ritmo cardiaco se aceleró al 1000%. Buscó con el
rabillo del ojo para darse cuenta que Serena y Mina se dirigían a la consola de
Sailor V. Su preocupación no era tanto que “Él” hubiese regresado, lo que tarde
o temprano tenía que pasar. El problema era que el Kí de Time Black estaba en
modo de ataque. Doquiera que estuviera, estaba dispuesto a atacar, dispuesto a
matar a alguien… “Él” quería conseguir algo, y lo iba a tomar pasara lo que
pasara.
—»No haré contacto
hasta que ustedes hayan regresado. Si llegan a necesitar ayuda iré
inmediatamente, aunque signifique interrumpir o suspender mi misión actual.
Esto es prioritario.
Alannan suspiró.
Sabía todas las razones por las que Luis debía ocuparse de cumplir su misión.
Pero también sabía todos los motivos a favor de que fuese el mismo Luis quien
lo enfrentase a “Él”, puesto que, para empezar, Luis sería el único oponente al
que “Él” no podría tocar. Resignado se transformó en Time Six y se introdujo en
el Túnel del Tiempo a toda velocidad para apoyar a sus amigas.
Continuará…
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En el Siguiente sub-capítulo:
El capítulo 0 ha llegado a su
fin, y lo hace a la par del comienzo del capítulo 1. El final… es apenas el
principio, aunque visto desde unos ojos distintos. El ataque a Sailor Plut
completo, y la reacción de Luis ante éste, mientras se decide a actuar y hacer
contacto con las chicas de una vez por todas… esto apenas es el final del
principio.
SM&SW-0.31: Capítulo 1
¿Será que el último rostro que
mostró… sea su verdadero rostro?
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