Estadísticas de
Lectura 2012. #4
Esta vez una estadística corta, a pesar del largo
periodo de espera. Y es que como había platicado, John Katzenbach es una
lectura muy poco ligera para mí, así que tardé más de las dos semanas que me
había propuesto, llegando casi a completar el mes. Entonces, como compensación,
decidí releer algo que resultara más llevadero, y opté por “La Huésped”. Así es
que por ahora sólo hablaré, (mejor dicho, escribiré), sobre estos dos libros.
Pero antes, una pequeña anécdota:
Volviendo un poco a la influencia que tienen mis
alumnos sobre mí en ciertas ocasiones, resulta que una de ellas me metió una
idea en la cabeza. Normalmente cuando salgo llevo conmigo una gran mochila,
suelo llevar varios cuadernos donde tomo notas y documentos, además de lápices,
plumas, marcadores y, cuando voy al trabajo, mi Lap. Pero muchas veces salgo a
compromisos más ligeros, donde no ocupo llevar tanta cosa, como visitar a un
amigo, hacer un mandado, o simplemente ir de paseo. A este respecto, la idea
que me transmitió mi alumna fue la de tener una mochila más pequeña, incluso
más pequeña que un portafolios, donde sólo me quepa mi libro, una botella de
agua o refresco y una bolsa de pan, galletas o alguna chatarra. Y la conseguí,
una pequeña maleta. Aunque debo decir que “demasiado” pequeña, y la mayoría de
las veces sólo me cabe el Libro. Así que una de mis tareas continuas era la de
buscar la maletita ideal (porque las mochilitas generalmente son muy
femeninas).
Pues resulta que este lunes visitaba un centro
comercial cuando finalmente… ¡La encontré! Forma, tamaño y color ideales,
precio indiscutible. La tomé del estante y me di la media vuelta para continuar
con mis compras y empezó el conflicto. El exhibidor de libros… Y libros con
descuento… Me dije: Si es que llega a haber un título bastante bueno y de un
buen precio, tendré que postergar la compra de la Maletita. Revisé y primero me
encontré con las ediciones especiales de la Saga Crepúsculo, con imágenes de
las películas en las portadas; luego vi varios estudios y ensayos de la misma
saga; títulos recientes como “Blancanieves y el Cazador” o “La chica de la
caperuza roja”. Entre éstos, había un libro grande y tosco, pesado, de pastas
duras que me estorbaba a la vista y tuve que mover varias veces para poder ver
los otros libros. Por sus características, este libro no me parecía atractivo,
por lo cual lo ignoré durante varios minutos. Hasta que finalmente le puse
atención:
“Saga Crepúsculo, Guía oficial ilustrada”, por
Stephenie Meyer… ¡El mismo libro que viene anunciado al final de “La Huésped”!
No tenía una etiqueta con el precio, así que corrí al
verificador… El mismo precio que la maletita. Y desafortunadamente mi economía
no me permitía, de momento, darme el lujo de comprar ambos. Me dolió el
corazón. Pero hasta el próximo día de pago… la compra de la maletita tendrá que
esperar…
Y bien. Ya que casi tardé un mes leyéndolo, me pondré
cómodo para platicarles un poco acerca de “El Profesor”.
Adrián Thomas es un profesor universitario retirado a
quien le acaban de diagnosticar una enfermedad degenerativa e incurable en el
cerebro. El pronóstico es que poco a poco irá perdiendo la noción de la
realidad así como sus facultades. El médico le da una receta, pero el profesor
tiene un remedio mejor… una 9mm semi-automática que guarda en su armario. Y
justo en el momento en que planeaba la mejor forma de dejar el mundo, pasando
por alto su enfermedad, es testigo del secuestro de una jovencita que huía de
casa. Las alucinaciones de su esposa, hermano e hijo muertos, convencen a
Adrián de que tiene que rescatar a Jennifer como último legado para el mundo,
antes de partir. Así que con ayuda de sus fantasmas y con el rechazo de la
mujer policía que lleva el caso, Adrián navegará hasta las entrañas más oscuras
de internet, donde se vende la virginidad y posteriormente la vida de Jennifer
al mejor postor.
La Huésped… Ya había mencionado que durante mucho
tiempo fue mi libro favorito, hasta que leí “Donde los Árboles Cantan”.
Como pueden ver, en la ficha técnica, también es obra
de Stephenie Meyer. Y lo que resulta genial es que no tiene nada que ver con la
saga de Crepúsculo, y el hecho de que la haya desplazado al segundo de mis
libros favoritos, no quita que me siga fascinando.
La tierra ha sido invadida por una raza extraterrestre
que aquí se hacen llamar “Almas”. Invasores invisibles, ya que son pequeñas y
hermosas criaturas que se introducen en el cerebro de sus huéspedes, en este
caso, humanos, controlando todas las funciones corporales y los pensamientos de
éstos. La única forma de reconocerlos es un maravilloso destello plateado que
refleja la luz en sus ojos. La humanidad ha sucumbido, al igual que muchas
otras razas en otros planetas. No hay sobrevivientes. O eso se creía hasta que
Melanie Stryder es capturada, lo que abre la posibilidad de que haya más
supervivientes. Para obtener esta información es escogida un alma muy especial,
llamada Viajera, que será insertada en el cuerpo de Melanie para convertirla en
su huésped. Pero Melanie no es como otros huéspedes. Su mente y su consciencia
se rehúsan a desaparecer como se supone que deberían hacerlo todos los
huéspedes, dejándoles todo el control y acceso de información al alma. Melanie
no sólo no desaparece, sino que bloquea sus recuerdos para que Viajera no pueda
acceder a ellos y, por el contrario, bombardea la mente de esta otra con
imágenes y recuerdos del hombre del que está enamorada… Jared… hasta que
consigue que Viajera también se enamore de él y se alíe con ella para ir a
buscarlo. Y lo emocionante es que esta historia no termina cuando Viajera y
Melanie encuentran a Jared. Eso es sólo el comienzo de las más emocionantes
aventuras en las que Viajera tendrá que luchar por el amor y por ganarse un
lugar en medio de una comunidad que la rechaza y odia hasta la muerte.
————
O ————
Hay un pequeño detalle que me gustaría compartir, o
que tal vez alguien ya notó por allí. Mi pasión por la lectura surgió alrededor
de mis 14 a 16 años de edad. En aquel entonces leía libros de a bulto, sin
llevar un control o registro. Fue hasta el año 2010, que en platicas de trabajo
surgió la idea de hacer una estadística entre maestros, y yo saqué la mía
personal (valga la redundancia). Fue el primer año que conté y registré los
libros que leí, y ese año lo cerré con un total de 17 libros leídos. ¡Exactamente!
Este año voy en el libro número 19 y apenas acabamos de pasar la mitad del año…
así es que voy arrasando con mis propios records.
Y bueno, como podrán imaginarse, me brinqué toda mi
lista de espera (que sigue creciendo) para estrenar mi nuevo libro, debido al
cual me quedé sin Maletita durante otro medio mes: “Saga Crepúsculo; Guía
oficial Ilustrada”. Y para llevar sólo medio día leyéndola, me parece muy
interesante lo que puedo encontrar en ella.
Por ahora me remito a mi lista de espera en la que
tengo: La sombra, de John Katzenbach; Ángeles y demonios, de Dan Brown; Blanca
Nieves y el Cazador, de Lilly Blake; Y finalmente el mas grade de todos mis
tesoros para este año: La invención de Hugo Cabret, por Brian Selznick. Este
último lo reservaré para fin de año, para cerrar con broche de oro.
Parece ser que los libros y yo estamos haciendo una
amistad muy especial y estrecha. Ya va siendo hora de que yo traiga a la luz
mis propios libros… Pero ya hablaré de esto en otro Post. Mientras tanto, nos
seguimos leyendo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario