Sailor Moon
y
y
Los
Star Warriors
Los Star Warriors
Evolution, Episodio Especial.
Capítulo 6.- El ataque del Rey Lagarto.
SC-09: 32 transformaciones… 32 guerreros.
Capítulo 6.- El ataque del Rey Lagarto.
SC-09: 32 transformaciones… 32 guerreros.
— ¡Por el poder
estelar, del Cristal Lunar del Pitón! ¡Transformación!
— ¡Ah, no! ¡Tú no me
vas a hacer a un lado! —Protestó Jennifer. — ¡Por el poder estelar, del Cristal
Lunar de la Mamba! ¡Transformación!
—Bienvenida, Time
Seven. ¿Estás lista?
— ¿A tu lado? ¡Sabes
que siempre lo estoy!
—Entonces… ¡A la
carga!
Y era curioso que
Time Six lo mencionara, pues en la zona de carga del parque se llevaba a cabo
otra batalla. Amy había acompañado a Alejandra y a Ana para ver los nuevos
equipos de cómputo que habían llegado junto con las consolas del video juego de
los Star Warriors. Habían descargado varios paquetes y cajas con computadoras
de las Industrias Goldstar, y ahora ellas, junto con Ralph y Anthony, estaban
catalogando todo dentro del camión.
Pero no tardaron
mucho en escuchar los gritos de la gente, dentro del parque, y en escuchar el
primer golpe a un costado del camión. Salieron a observar y descubrieron al
menos a una docena de monstruos que avanzaban fieramente sobre ellos.
Inmediatamente todos salieron para intentar huir, pero Amy preguntó con
preocupación lo que pasaría con las computadoras. Entonces los cinco volvieron
para proteger el camión. Pronto la invasión se volvió incontenible, así que
Alejandra propuso que todos se ocultaran dentro del camión. Aunque Ana no
estuvo de acuerdo. Ella propuso que alguien debía ir a pedir ayuda. Sincronizadamente,
las cuatro estrellas de fuego voltearon a ver a Amy.
—Escucha, Amy, —le
llamó Ralph, —Tonny y yo haremos una gran bola de aire que abrirá un camino
entre los monstruos. Tú deberás correr tras esa bola para que estés segura, y
una vez que estés a salvo podrás pedir ayuda. ¿Entiendes?
—De acuerdo.
—confirmó Amy, aunque ella ya sabía qué clase de ayuda iba a pedir.
Mientras Alejandra y
Ana continuaron alejando a los monstruos que se encontraban cerca, Ralph y
Anthony se pararon uno frente a otro y comenzaron a mover las manos, como
mimos, haciendo movimientos circulares. En pocos segundos, la gran bola de aire
que fueron formando fue visible, como una canica transparente de más de tres
metros de diámetro. Un esfuerzo muy coordinado por parte de los dos compañeros
bastó para que aquella esfera de aire avanzara rápidamente, como una gigantesca
bola de bolos, haciendo chuza con cuanto monstruo se atravesó en su camino. Amy
no perdió un segundo, y salió corriendo tras la esfera. Una vez que pudo ocultarse
tras unos locales abandonados llegó el momento de actuar.
— ¡Por el poder del
cristal del planeta Mercurio! ¡Transformación!
Anthony y Ralph les
cedieron el paso a las chicas, así que ellas avanzaron primero.
— ¡Por el poder
estelar, del Cristal Lunar del Agua! ¡Transformación!
— ¡Por el poder
estelar, del Cristal Lunar del Aire! ¡Transformación!
Una vez que Light
One y Light Three se transformaron, Ralph se unió a ellas.
— ¡Por el poder
estelar, del Cristal Lunar del Fuego! ¡Transformación!
—Tonny… ¿te quedas
atrás? —Preguntó Light Three, a lo que Tonny no quiso sobresalir de esa manera.
— ¡Por el poder
estelar, del Cristal Lunar de la Tierra! ¡Transformación!
Sailor Mercury
volvió lo más pronto que pudo, y vio cómo el camión con las computadoras se alejaba
a toda velocidad. Cuando vio a los cuatro Star Warriors que esperaban, supuso
que ellos le ayudaron a escapar a sus amigos. Pero no era tiempo para
contemplaciones, porque entre ella y los guerreros había un monstruo realmente
grande… una especie de estegosaurio humanoide que no demostraba muy buenas
intenciones.
— ¡Detente ahí,
Villano! No permitiré que tú y tus amigos conviertan un lugar que es para la
diversión de todos, en un lugar de pesadillas. Soy una Sailor Scout que lucha
por el amor y la justicia… ¡Soy Sailor Mercury!
— ¡Lo mismo podemos
decir nosotros! Somos Star Warriors que luchan por la paz y la justicia. Mi
nombre es Toso, el guerrero de la Tierra Viva, el cuarto Light Warrior… ¡Light
Four!
—Yo soy Anbe, la
Light Warrior del Viento de la Esperanza… ¡Light Three!
—Mi nombre es
Ramega, que significa Fuego Eterno. Soy un Light Warrior y mi nombre de
batalla es ¡Light Two!
—Donde quiera que
haya obscuridad nosotros estaremos ahí para resplandecer con nuestra Luz. Somos
los Light Warriors, guerreros de los cuatro elementos. Yo soy Alín, la guerrera
del Agua Sagrada… la líder de los Light Warriors… ¡Light One!
El monstruo se
irguió y lanzó un terrible rugido hacia el cielo. Luego dejó caer sus manos al
suelo y levantó la cola donde tenía sus poderosas espinas, que salieron
disparadas atacando a los Light Warriors. Ellos emprendieron el vuelo para
ponerse a salvo.
— ¡Sailor Mercury…!
¡Rapsodia Acuática de Mercurio!
— ¡Halo del Agua
Sagrada!
Los ataques de
Sailor Mercury y de Light One se impactaron en el monstruo, llenando el aire de
miles de cristales brillantes que causaban un efecto similar al de los
caleidoscopios. Un efecto muy similar al que hacía que las imágenes de Laisha y
Karla se multiplicara miles de veces.
Ambas jóvenes se
encontraban en el laberinto de espejos, aunque ninguna de las dos parecía estar
disfrutado su paseo. Karla se mostraba muy incómoda, con ganas de salir lo más
pronto posible de aquel lugar. Laisha, por su parte, parecía frustrada, como si
sus planes no estuvieran marchando como ella lo deseaba. La verdad, Karla solo
había acompañado a su amiga por compromiso, pero estaba muy asustada y
preocupada por lo que ocurría en el exterior del laberinto. Pero Laisha tenía
sus razones para estar allí. Tenía que vencer a Luis, que había logrado escapar
de un laberinto de espejos galáctico, y que además le revelaron muchas cosas
que marcaron su destino. Laisha sabía que no tenía el poder para sobrevivir a
ese gran laberinto, y estaba en un patético intento de superar un simple laberinto
terrestre. Pero era inútil, ya que los espejos desorientaban completamente sus
sentidos y sus poderes. Detalle que comprobó Karla cuando quiso hacer la
teletransportación para salir de allí, pero rebotó contra los espejos y se
reflejó de vuelta a donde mismo.
Las dos chicas
sabían que la forma más efectiva de salir de allí era destruyendo los espejos
con el sonido, o con proyectiles, ya que los ataques de energía rebotarían
también. Pero ninguna de las dos tuvo que perder los estribos a ese nivel, ya que
una manada de Velocirraptors se encargó de destruir los espejos mientras
avanzaban. Como eso frustró los planes de Laisha, ella enfureció y contraatacó.
— ¡Por el poder
estelar, del Cristal Lunar de la Anguila Eléctrica! ¡Transformación!
Karla salió de entre
los escombros del laberinto y comenzó a volar. Estuvo a punto de chocar con un
pterodáctilo, que planeaba peligrosamente evitando los ataques de Time Eight.
— ¿Qué le pasa a tu
amiga? —le preguntó el Monstruo. —Creí que querían salir de allí.
—Yo quería salir de
allí —Explicó Karla. —Ella quería probar algo y ustedes la interrumpieron. Aún
así, permíteme agradecerte como es debido. ¡Por el poder estelar, del cristal
Lunar de la Morena de Mar! ¡Transformación!
Y Time Nine comenzó
ahora una nueva pelea en el aire, acompañando a su gran amiga. Desde el cielo
pudo distinguir tres grandes bolas de poder que se abrían camino entre los
monstruos: Una color naranja, una color azul agua, y otra color rosa brillante.
Sailor Uranus, Neptune, Plut y Saturn por fin habían llegado al parque de
diversiones y se unían a la pelea. Pronto el cielo se llenó de colores
brillantes y plateados que se transformaron en rosas y verdes, y se les unieron
los coloridos poderes de las Sailors. Al parecer, en una improvisada sincronía,
tanto Star Warriors como Sailor Scouts se dirigían a las cumbres más altas del
parque para tener una mejor perspectiva: La montaña Rusa y la Rueda de la
Fortuna.
Un par de minutos
antes, cuando Linda se transformó en Chivy Time One y Richie en Chivy Time Ten,
Luis tuvo un nuevo sobresalto, pues se dio cuenta de todo lo que estaba
pasando. Ahora tenía un grave conflicto, pues la pelea ya había comenzado y él
aún se encontraba en compañía de Serena, Darien y Rinny. Claro que ellos tres
estaban tan conflictuados como Luis y Eni por no poder transformarse unos
frente a otros.
Ya habían llegado
hasta el local de sodas varios velocirraptors, monstruos de guila,
estegosaurios, tricératops, y una veintena más que eran difíciles de
distinguir. La gente, horrorizada, permanecía paralizada ante la presencia de
los monstruos. Solamente se movieron Eni y Luis; Eni colocándose a un lado, y
ligeramente atrás de Luis, y él haciéndoles señas a Serena, Rinny y Darien para
que se cubrieran tras ellos. Luego, Luis comenzó a mover los brazos, como si le
hiciera señales a un avión para que aterrizara. Cuando Serena lo notó, Luis
había formado una bola de energía, poco más grande que un balón de Básquetbol y
que destellaba en varias tonalidades de azul.
— ¡Bomba Espíritu!
—gritó Luis lanzando la bola de energía contra el primer monstruo que se
atravesó en su camino, lo que provocó una explosión que hizo alejarse a varios
monstruos.
Serena y Darien
reconocieron inmediatamente esa técnica, pues ya antes la había usado Time One.
Eni y Luis colocaron, cada quien, su puño derecho frente a su hombro izquierdo,
y lo deslizaron con fuerza hacia el lado derecho de sus caderas con la palma
extendida. Allí, en la mano de cada quién apareció una maravillosa daga de
Cristal con empuñadura plateada.
— ¿Te he dicho ya
que te amo? —preguntó Luis como si se encontrara a la mitad de una película
romántica en el autocinema.
—Creo que si no lo
hubieras hecho ya me hubiera vuelto loquita. —Respondió Eni entrecerrando los
ojos y dibujando una sonrisa de oreja a oreja con sus hermosos labios.
— ¡Huy, no! Se oye
terrible. ¡No nos arriesguemos! —Se apresuró a replicar Luis fingiendo alarma.
— ¡Te amo, Eni! —Y como si nada hubiera interrumpido el paseo por el parque de
diversiones, y en lugar de dagas estuvieran sosteniendo ramos de flores, ambos
se fundieron en un profundo beso.
Al parecer los
monstruos se sintieron ofendidos por esa actitud, porque empezaron a rugir
escandalosamente.
— ¿Ya viste por
dónde es la ruta de escape? —Preguntó Luis, ya en sintonía con la situación.
Cuando Eni asintió
las filosas hojas de cristal, de las dagas que ambos enamorados llevaban,
comenzaron a crecer hasta transformarse en zendas espadas de Cristal. Con un
movimiento de la cabeza, Serena, Darien y Rinny entendieron que Luis les
indicaba que lo siguieran. En ese instante, Eni y Luis corrieron velozmente
entre los monstruos, cortando las cabezas de cuanto monstruo se atravesaba en
su camino. Serena no dejó de notar que cada que mataban a un monstruo, éste se
desintegraba en miles de puntitos de luz azulada que volaban veloces hacia las
pulseras negras que llevaban Eni y Luis.
— ¡Oye, Luis! —Le
llamó Serena entre jadeos por correr tan aprisa. — ¿Esos puntitos de luz no
son…? —La preocupación de Serena y la agitación le impedían completar su
pregunta. Pero Luis captó el mensaje.
—Sí, es poder
Evolution. Pero no tienes que preocuparte. Estas pulseras evitan que nos
afecten como me ocurrió la semana pasada.
Siguieron corriendo
hasta que llegaron al anfiteatro, por la parte de atrás. Se encontraron con el
obstáculo de una puerta de enrejado metálico. Sin dudarlo, Luis hizo una
pequeña bola de energía y destruyó el candado, permitiéndoles pasar por detrás
del edificio. Llegaron hasta una puerta con el letrero de “Solo personal autorizado”.
Luis hizo nuevamente una bola de energía, y le apuntó a la cerradura de la
puerta. Pero lo pensó bien y desistió de su intento. De todas formas, no había
ni monstruos ni personas en ese callejón.
—Tania. —Luis habló,
aunque Serena no entendió con quién, ya que allí no había nadie a quién ella
conociera con el nombre de Tania. El segundo nombre de Eni era Tzitziqui. —No
quiero destruir esta puerta, quiero que siga funcionando. ¿Puedes ayudarme?
—Accediendo al código de Seguridad —Se
escuchó una voz femenina computarizada que provenía del bolsillo de la chaqueta
de Luis. —Código desbloqueado. La puerta
se ha abierto.
Y efectivamente, la
cerradura electrónica de la puerta se abrió al instante y todos entraron
rápidamente.
—Aquí estarán
seguros, —anunció Eni, —nosotros iremos a pedir ayuda. —Y sin darles
oportunidad a reaccionar, ella y Luis salieron rápidamente de aquel cuarto,
dejando encerrados a Serena, Rinny y Darien.
—Tania, bloquea la
puerta durante un minuto, luego vuélvela a abrir. —Ordenó Luis, y esperó a
escuchar el seguro de la puerta activándose.
Ambas Estrellas de
Fuego saltaron sobre el edificio del Anfiteatro, y ya en lo alto ambos
repitieron el movimiento con el que habían hecho aparecer las dagas que se
transformaron en espadas, pero en esta ocasión aparecieron dos empuñaduras
plateadas coronadas por dos grandes esferas de Cristal transparente en cuyos
centros había unas figuras de cristal de colores. En la de Eni se veía una
cobra encantada y en la de Luis, un Dragón enroscado en su cuerpo, el Dragón de
la fuerza de Time One. Eni se adelantó a su novio.
— ¡Por el poder
estelar, del Cristal Lunar de la Cobra! ¡Transformación!
— ¡Por el poder
estelar, del Cristal Lunar del Dragón! ¡Transformación!
Una vez listos, Time
Four y Time One volaron para unirse a la batalla.
Serena, encerrada en
los vestidores del anfiteatro, forcejeaba inútilmente contra la puerta para
poder salir. Pero la mano de Darien sobre su hombro la tranquilizó.
—No debes esforzarte
así, Serena. Escuchaste a Luis decirle a esa “Tania” que bloqueara la puerta
durante un minuto. Yo creo que deberíamos aprovechar para transformarnos. Así
cuando salgamos de aquí estaremos listos para unirnos a la lucha que se libra
allá afuera.
Serena y Rinny se
vieron a los ojos y asintieron.
—Eternal Sailor
Moon… ¡Transformación! —El conjuro de transformación de Sailor Moon y Sailor
Chivy Moon volvía a ser el mismo.
Al instante en que
terminaron de transformarse, la puerta hizo un Click y se abrió. Entonces
rápidamente, con Tuxido Mask por delante, Sailor Moon y Sailor Chivy Moon
corrieron para encontrarse con el resto de las Sailor Scouts. El espectáculo de
luces en el cielo era fantástico. Era fácil distinguir los colores fucsia y
esmeralda de los Star Warriors volando en el cielo, y los resplandecientes
colores del arcoíris de las Sailor Scouts. Todos y todas corrían y volaban en
la misma dirección: la cumbre más alta de la montaña rusa y la cima de la rueda
de la fortuna.
En poco tiempo, la
rueda de la fortuna se vio adornada por hermosos colores resplandecientes, y la
montaña rusa se pintó de rosa y verde. Finalmente, 15 Sailor Scouts y Tuxido
Mask estaban frente a los 16 Star Warriors. 32 guerreros estelares frente a
frente contra una horda de reptiles monstruosos que destrozaban todo lo que
encontraban.
Continuará…
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En el Siguiente sub-capítulo:
Ya que están reunidos todos
los guerreros, es tiempo de comenzar de verdad esta pelea. Ya hay un acuerdo,
ya hay un plan, ya hay un objetivo. ¡Hay que llegar hasta Crocos, el Rey
Lagarto, y vencer a sus principales secuaces, Los hermanos Rex! La parte
difícil no solo será llegar hasta ellos
SM&SW-6.10: Abriéndose Paso
Que nadie se mueva… dicen que
si no te mueves, los tiranosaurios no te pueden ver…
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