Estadísticas de
Lectura 2012. #6
Damas y Caballeros, señoras y señores, chicos y
chicas, niños y niñas… y para acabar de caer en la naquez, Mexicanos y Mexicanas… jajajaja… Bueno. Me complazco mucho
en anunciarles que, ¡Me voy Superando!
El pasado Jueves, 27 de septiembre, he empatado,
finalmente, mi record de lectura del año pasado. Así es, acabo de terminar de
leer mi libro número 22, que si bien recuerdan, o podrán comprobar, es el
número total de libros que leí el año pasado.
Y con los últimos dos ahora también me puedo declarar
fan de Dan Brown, no sólo por la polémica trama de sus historias. Dan Brown
tiene un toque mágico que te transporta a lugares del mundo donde nunca has
estado, y lo hace de forma tan detallada que es como si realmente estuvieras
allí. Ya me había pasado, cuando leí “La fortaleza Digital”, que me quedé
enamorado de España, y con el profundo deseo de viajar hasta allá y conocer a
la Madre Patria. Ahora con “El código Da Vinci” y “Ángeles y Demonios” he
recorrido París, Londres, Roma, El Vaticano, y las instalaciones del CERN y el
museo del Louvre.
Bien, pues ya que empecé, continúo con la reseña de
esta entrega. Ya, al final, hablare de las novedades, expectativas y pendientes
que quedan en cuanto a este maravilloso mundo de la lectura.
Número 21 del 2012: El Código Da Vinci. Como había
mencionado, polémico por sus declaraciones antirreligiosas, o bien,
anticatólicas. De hecho, si mal no recuerdo, cuando salió la película (que aún
no he visto) la iglesia prohibió tanto la película como el libro.
El autor lleva a los personajes en una aventura en la
que van descifrando códigos en busca del famoso “Santo Grial”, motivo de muchas
luchas y grandes aventuras protagonizadas por cantidad de caballeros de la edad
media. El caso es que a lo largo de la historia, Robert Langdon va explicando
cómo grandes obras de Leonardo Da Vinci, Isaac Newton, y otras grandes
personalidades de las artes y la ciencia fueron dejando testimonio de una
sociedad secreta que se encargaba de proteger el secreto del grial, que en
realidad es algo más que un simple cáliz, y que de ser revelado cambiaría por
completo la historia de la religión católica. Sin embargo, según la misma
narración, los miembros de esta sociedad secreta han llegado a un acuerdo con
la iglesia, en el que el secreto ha de permanecer oculto por conveniencia
mutua.
Más allá de la intriga despertada por esta secuencia
de símbolos y mensajes ocultos, junto con la conspiración de una sociedad
secreta, El Código Da Vinci es una secuencia de acción y aventura, de
persecución e intriga, en la que las fichas han sido colocadas de manera
estratégica en el tablero. El priorato se Sión, que protege el Grial, ha sido
atacada por una segunda sociedad, no tan secreta, que busca destruirlo, El Opus
Dei. Y entre el ataque, y el intento de Jaques Saunière, conservador del museo
del Louvre y miembro importante del Priorato, por preservar el conocimiento del
secreto, Robert Langdon y Sophie Nevu, nieta del conservador, se ven
involucrados en una persecución policiaca, acusados del homicidio de Saunière.
Su única salvación será seguir las pistas que dejó el conservador del museo
para encontrar el Grial y desenmascarar a sus perseguidores, incluyendo al
verdadero asesino de Saunière.
Como nota personal he de decir que, generalmente
considero la mayoría de este tipo de novelas como eso, ficción solamente. Y los
datos explicados en este libro pudieron haber pasado para mí como eso, fantasía
e imaginación desbordantes, de no ser porque estos mismos datos, con las mismas
referencias, ya los había visto yo en un documental de Discovery Channel. En
aquella primera ocasión si me causaron algo de conflicto, en especial porque yo
tenía mis propios conflictos con la religión. Ahora que ya estoy seguro de mi
fe, y al contemplar de nuevo esta información, acompañado de la interpretación
de Dan Brown como autor, puedo decir que, lejos de hacerme dudar o desconfiar
del catolicismo, leer este libro me ha servido para reafirmar y aumentar mi
propia fe, pues pienso que, de ser cierto todo, no le quita ni obstaculiza nada
a mi religión, y al contrario, la enriquece bastante, la hace más viva y mucho
más plena.
Resulta que entre la vez que vi aquel documental en
Discovery Channel y ahora que leí El Código Da Vinci pasaron un par de años.
Pero si eso no había sido suficiente coincidencia, no podría compararse con mi
encuentro con Ángeles y Demonios. Estando yo en las últimas 50 páginas, más o
menos unos cinco días antes de terminar de leer El Código Da Vinci, vi la
transmisión de un documental que, de entrada, me pareció muy interesante.
Hablaba de unas instalaciones científicas en Europa donde experimentaban con
partículas. Explicaban cómo habían construido un acelerador de partículas y su
objetivo, que era el de demostrar o probar el origen del universo, en base a la
teoría más reconocida que es la del Big Bang, y de cómo varios estudiosos
habían llegado a la conclusión de que era necesaria la aparición de una
partícula clave, a la que denominaban “La partícula de Dios”. La gran
trascendencia del reportaje era que en estas instalaciones científicas, que
llevan las siglas de “CERN”, habían logrado en fechas muy recientes, este mismo
2012, encontrar esa famosa “Partícula de Dios”, lo que supone una prueba
definitiva y científica de la existencia de Dios. El comentario o nota personal
del reportero que más llamó mi atención fue: Son las mismas instalaciones subterráneas a cuyas entrañas bajó el
escritor Dan Brown para inspirarse en su novela “Ángeles y Demonios”. Yo me
dije: ¡Chispas! ¡Con lo poco que me falta
para empezar a leer el libro! Claro que hubiera sido una mayor sorpresa
haber empezado a leer el libro y después descubrir que el CERN era real y las
investigaciones que describe el libro también son reales.
Pero en el libro de Ángeles y Demonios no descubren
una Partícula de Dios. Usando los mismos procedimientos descritos en el
reportaje, lograban crear materia de la nada, aunque el procedimiento creaba
conjuntamente una sustancia completamente opuesta a la materia, la cual denominan
“Antimateria”. La antimateria, al hacer contacto con la materia provoca una
reacción de energía tan poderosa que tiene un poder devastador mayor que una
bomba nuclear.
La trama de la historia empieza cuando la antimateria
es robada del CERN, para lo cual es tomada la vida del científico y sacerdote
que la creó: Leonardo Vettra. Robert Langdon aparece en escena para esclarecer
el extraño símbolo que aparece en el pecho de Vettra, el cual pertenece a una
sociedad secreta desaparecida llamada los “Illuminatti”. Robert Langdon y
Vittoria Vettra, hija del científico asesinado, van juntos a recorrer las
calles de roma en busca de señales dejadas por los Illuminatti para encontrar
la antimateria, la cual está colocada estratégicamente para desaparecer de la
tierra la ciudad del Vaticano.
————
O ————
Estos dos libros me dejaron muchas enseñanzas, y como
dije antes, reafirmaron mi fe. Ahora, superando mi record del año pasado, me
encuentro leyendo “Blancanieves y el Cazador”, número 23 de mi lista, y ya
tengo en espera “Witch & Wizard” y “La invención de Hugo Cabret”, con los
que completaría mi meta de este año que es de 25. Y como aún me queda tiempo,
trataré de buscar algún otro de Dan Brown, que ya me piqué, y acabo de descubrir
que hay un tercer tomo de la saga de Robert Langon, que es “El símbolo perdido”,
y también estoy interesado en leer “La conspiración”. Pero pienso que no debo
apresurarme, xq luego no voy a dejar nada para el año que viene.
En cuanto al año entrante, ya estoy haciendo mi lista
de deseos. Quiero conseguir más libros de Laura Gallego, Dan Brown, Isabel
Allende, quiero conseguir (no quito el dedo del renglón) la saga de “Los
Cazadores de sombras”, sin dejar de lado lo tradicional y lo clásico… volver
por algo de Julio Verne, releer algo como Harry Potter, retomar escritores como
Irwin Wallace, y regresar a mi meta secundaria que descubrí este año, que es
terminar mis “Fracasos de lectura”, o los libros que empecé a leer pero no
terminé.
Lo que sí, es que ya tengo, para empezar el 2013, una
joya de lectura que recién adquirí. Se llama “Historias Clásicas de Ciencia
Ficción”. Contiene textos de Julio Verne, H. G. Wells, y muchos otros autores
de ese tipo, que hablan sobre viajes en el tiempo, el espacio, tecnología
futurista y mundos desconocidos.
Ah, pues creo que esto sería todo por hoy. Sigo
agradeciendo sus cometarios, y me da mucha emoción que las visitas a mi blog
estén aumentando, y que en cada cambio de estadísticas siempre varias de estas
estén repartidas en una o varias de mis estadísticas de Lectura. Les mando un
saludo a tod@s, y nos seguimos leyendo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario