Una Lágrima de Amor.
Los escalones pasaban rápidamente bajo sus
pies, y los muros de piedra parecían estrecharse a su alrededor mientras él iba
ascendiendo. Aunque, en realidad, parecía que lo hacían alrededor de su corazón.
Eso podría explicar el terrible dolor que lo oprimía. Siguió veloz escaleras
arriba, sin siquiera detenerse a tomar aliento, cuando, al pasar junto a una
ventana abierta en la roca, tuvo tiempo suficiente para ver a través de su
antifaz el oscuro cielo salpicado de brillantes estrellas. Y pensar que esas
estrellas… ¡esas malditas estrellas…! De ellas era de donde surgía todo su
sufrimiento. Se ajustó el sobrero de copa para que le impidiera aquellas
imágenes, y su capa negra y rojo onduló tras él, mientras las terribles
imágenes de lo ocurrido pasaban velozmente por su cerebro.
———— O ————
Un terrible descuido, un error, un
accidente, ¿o era simplemente el destino? Y de ser así… que cruel manera de
jugar, del destino. Hacía sólo un año que Sailor Moon había derrotado al
“Terrible Caos”. Habían sido tantas las cosas que habían pasado, que nadie pudo
percibir siquiera la presencia de aquella pequeña partícula… un fragmento del
espejo de Neherenia que flotaba solitario por el espacio, mucho más pequeño que
una partícula de polvo… realmente microscópica. La sombra del “Terrible Caos”,
que hasta hace poco invadía el cuerpo de Sailor Galaxia, pudo sentir los restos
de maldad que emanaban de aquel diminuto cristal sobreviviente… ¡Alimento…!
Aquella partícula de cristal era demasiado pequeña para contenerlo, pero tenía
suficiente maldad para alimentar y revivir al Terrible Caos. Entonces la sombra
entró en la partícula… ahora podría vengarse…
———— O ————
¡Una puerta! ¡En lo alto se podía ver una
puerta! Tuxido Mask aceleró el paso y, sin perder impulso, colocó su hombro al
frente y dejó caer todo su peso contra la puerta de madera. Ésta cedió y le
permitió al guardián de la tierra que entrara en una gran habitación. Las
paredes eran de la misma roca negra de la que estaba hecho todo el castillo; el
techo cónico le daba a entender que se encontraba en la punta de la torre;
había dos grandes ventanales al fondo y, a los lados, dos grandes puertas que
daban a espléndidos balcones; y en el centro, como si fuese el más hermoso de
los sueños, una maravillosa cama de nácar blanco, endoselada con cuatro enormes
pilares, como si hubiese sido tallada en una perla gigantesca. Del dosel
colgaban hermosas cortinas de seda blanca transparentes, las que protegían el
más hermoso de los tesoros que Tuxido Mask hubiese esperado descubrir en todo
el universo… más aún, en este
universo.
Avanzó hacia la cama, mientras su esmoquin
se transformaba en la elegante armadura del Príncipe Endimion. Corrió las
cortinas con delicadeza, y allí estaba ella… hermosa, con una respiración
suave, expresión relajada… serena… ¡Valga la ironía! Sailor Moon lucía bella
como nunca, con el rostro inundado de paz y tranquilidad, mientras permanecía
profundamente dormida. Endimion lo sabía… ya había funcionado antes. ¡Un beso!
Sólo eso y ambos estarían de vuelta en casa.
Suavemente se inclinó sobre la cama y cerró
sus ojos justo antes de juntar sus labios con los de ella… el tiempo se detuvo…
tan sólo una fracción de segundo… Sailor Moon sonreía… y Endimion todavía no la
tocaba con la caricia de su ósculo. Tan rápido como pudo reaccionar, pese a lo
limitante que le resultaba su, ahora, incómoda posición, Endimion buscó y
sujetó con fuerza las manos de Sailor Moon. Aunque no fue lo suficientemente a
tiempo. La brillante y afilada hoja de la daga, que iba dirigida a su corazón,
alcanzó a traspasar el brazo del príncipe por debajo del hombro. Endimion se
tambaleó y cayó hacia atrás, mientras Sailor Moon se incorporaba en medio de
una maléfica carcajada.
—Ja, ja, ja, ja… —su voz era áspera y
grotesca, muy diferente de la suave y dulce que caracterizaba a la hermosa
guerrera. — ¡Universales! —Dijo con desdén. —Son TAN predecibles…
Endimion miraba aterrado… su corazón le
dolía más que la herida del brazo, o que las piernas después de haber corrido y
subido por la torre. Y lo peor no había comenzado. A través de los balcones
entraron ellos. El espíritu de Endimion se llenó de derrota cuando la peor
imagen de todas apareció ante sus ojos… su propio rostro, en un cuerpo idéntico
al suyo, que se acercaba y abrazaba a Sailor Moon, mientras ambos le miraban
con odio y desprecio.
———— O ————
— ¡Esto es increíble! —Había gritado Amy. —
¡Tienen que venir a ver esto!
Las chicas, intrigadas por la euforia de
Amy, habían dejado sus actividades para ver lo que estaba pasando. Hasta Serena
y Darien habían acudido al llamado de su compañera peliazul.
— ¿Qué es lo que pasa, Amy? —Preguntó Mina,
— ¿Qué es tan importante?
—Está ocurriendo un evento histórico para la
ciencia. —Explicó Artemis.
En la pantalla del televisor se podían ver 3
transbordadores espaciales que volaban sincronizadamente alrededor de un
triángulo completamente negro. Un zoomout de la cámara y pudieron ver que se
dirigían hacia un gigantesco círculo negro, al que le faltaba, precisamente,
ese pedazo triangular. Al estar más cerca del centro, la nave que iba en la
punta se separó, mientras las otras dos terminaban de empujar y colocar el
fragmento triangular restante. Las voces de los comentaristas y reporteros
estaban en silencio. Por el televisor sólo se oía la voz de los astronautas que
se comunicaban por radio en inglés, y que, además, se oían entusiastas. Las
chicas también contenían la respiración.
La pieza triangular embonó perfectamente en
el espacio que le correspondía. Se escucharon varios sonidos mecánicos y
entonces las otras dos naves se separaron, mientras que la primera permanecía
flotando en el centro de aquel gran círculo negro.
—We are ready, —se escuchó la voz por el
radio. —“Titan mirror proyect” can start… Now!
En ese momento un sonido, similar al de una
turbina o motor, se empezó a escuchar incrementándose gradualmente. Entonces
comenzaron a aparecer algunos destellos en la negrura del círculo, y finalmente,
todo el mundo pudo ver, a través de sus televisores, el gran reflejo de la nave
que permanecía en el centro, pero ahora a todo lo largo del círculo, que ahora
resplandecía de un hermoso color plateado. La televisión regresó ovaciones
amplificadas que venían de todo el planeta, y las chicas, sin saber bien por
qué, también se sentían emocionadas.
—Y así, damas y caballeros, —se escuchó
finalmente la voz de una reportera en japonés, —comienza una nueva era en el
mundo de la ciencia. El Proyecto “Titan Mirror” de la NASA, es el espejo
telescópico más grande del universo. Con él, será posible ver y estudiar los
planetas y estrellas más lejanos que se puedan imaginar. Se podría decir, que
con éste espejo será posible ver “Todo el Universo”. El Titan Mirror
permanecerá flotando en una órbita muy cercana a la luna, y en un par de años,
se podrá acceder a sus imágenes desde cualquier ordenador, a través de
Internet.
Las chicas finalmente entendieron lo que
estaba pasando y también se sintieron llenas de emoción. Ellas también
compartieron la alegría y ovaciones que se repartían por todo el mundo.
— ¡Que maravilloso! ¿No crees, Darien?
—Exclamó Serena. —Poder recorrer el universo entero, conocer otros planetas,
poder tocar las estrellas…
—Nada de eso tendría sentido si tú no
estuvieras a mi lado, Serena. —Respondió Darien con ternura, mientras levantaba
con dos dedos la barbilla de ella y la conducía a juntar sus labios en un
tierno y apasionado beso.
Ninguno podía sospechar que posiblemente ese
sería el último beso que ambos se darían. Y es que cuando el Titan Mirror tenía
la capacidad para ver de cerca los planetas más lejanos del universo, le pasó
desapercibida una pequeña partícula de cristal microscópica, y que flotó a
través del espacio hasta colocarse justo en una de las porosidades del gran
espejo, contagiándolo con toda su energía maligna y la sombra del Terrible
Caos.
———— O ————
— ¡Relámpago Negro de Júpiter!
Endimion se estremeció y gritó con todas sus
fuerzas, debido al dolor que le causaba el ataque de Jupiter Prowler. Era tanto
el dolor, que apenas tenía tiempo de mirar y sentir ira por ese despreciable
equipo: Los Prowlers. Merodeadores de los planetas… una versión opuesta de las
Sailors y, debido a los cuales, ellas se encontraban ahora capturadas por los
anillos de poderes malignos.
—P… por… ¿por qué nos hacen esto? —Preguntó
el príncipe tratando de incorporarse. —No puedo entenderlo.
—Porque existen… —le respondió su versión
maligna, mientras se acercaba a él con la mirada llena de sorna. —Porque luchan
por el amor y la justicia, porque se aman… Pero más que nada, porque nos
molesta que ustedes existan.
— ¡Por eso me encantas, Dark Endimion,
querido! —Festejó Sailor Moon con aquella horripilante voz, e intentó acercarse
al que debería corresponder al equivalente de su pareja en “este” universo.
—Porque dices lo que quieres sin importarte los sentimientos de los demás.
— ¡CÁLLATE! —Dark Endimion golpeó a Sailor
Moon haciéndola retroceder. — ¡Sabes que te desprecio! ¡Me das asco! —En lugar
de llorar, Sailor Moon se retorció en carcajadas.
Endimion no quiso desaprovechar esta
oportunidad, sacó una rosa e intentó atacar a su doble maligno. Pero Dark
Endimion atrapó la rosa en el aire. Ésta se volvió negra, y el príncipe maligno
la lanzó contra el verdadero Endimion. Endimion cerró los ojos y contuvo el
aliento esperando lo peor, pero eso no ocurrió. La rosa se clavó en la pared,
justo a un lado de su cuello. Dark Endimion lo miró con más desprecio, si es
que era posible, y luego miró a Sailor Moon, que en realidad era Anti Sailor
Moon, sin saber a cuál de los dos odiaba más. Mientras tanto, la pared se
empezó a cuartear a partir del punto donde se encontraba clavada la rosa negra.
—Venus Prowler… ¡Dale lo que quiere!
El guerrero fortachón avanzó al frente, una
vez que Dark Endimion le cedió el paso. Era fornido, con una espesa masa de
cabello, barba y bigote rubios, cejas abultadas y una nariz retorcida. Su
aspecto, igual que el de los otros Prowlers, era muy similar al de un vikingo.
Sus ropas y armadura eran casi por completo negros, excepto por algunos detalles
que sobresalían en naranja en Venus, y el equivalente del color de cada Sailor
en el Prowler según el planeta: Azul en Mercury, rojo en Mars y verde en
Júpiter. Venus Prowler se colocó frente a Endimion y preparó su poder…
— ¡Golpe de odio de Venus!
Una fracción de segundo antes que el ataque
de Venus Prowler tocara a Endimion, la rosa negra hizo estallar la pared,
dejando caer al príncipe de la tierra. Entonces el golpe de Venus lo tocó y lo
lanzó al vacío.
———— O ————
Cuando Tuxido Mask abrió los ojos tenía todo
el cuerpo magullado, pero no le dolía tanto como el corazón… ¿En dónde estaba
la verdadera Sailor Moon? Se incorporó y descubrió que el paisaje era tan
desolado como se sentía su alma. Era una planicie desértica, formada
completamente por las mismas rocas negras de las que estaba hecha esta luna
maligna. Exploró el panorama y entonces lo vio, en el horizonte sur,
destellando en un color negro luminoso con resplandores violetas. Cuatro
enormes torbellinos emanaban su energía hacia el cielo nocturno. Eran las
prisiones de las cuatro Sailors. Ellas seguían luchando por liberarse, lo que
se apreciaba por los rayos de colores que surgían de cada uno. Si él pudiera
llegar hasta ellas y tuviera la oportunidad de liberarlas, tal vez aún hubiera
esperanza de encontrar a Sailor Moon.
Caminó con dificultad en dirección a los
torbellinos. Los golpes le lanzaban punzadas de dolor a cada movimiento; las
heridas abiertas seguían sangrando, incluyendo la cortada del brazo. Ya estaba
a unos cuantos cientos de metros cuando, por la oscuridad, no vio un cráter que
se extendía frente a él, y cayó dentro. Al rodar, su mano tocó una superficie
líquida y un tanto viscosa. El horror crecía a cada segundo… ¡Era Sangre!
Tuxido Mask recorrió el cráter con la mirada y fue como si una flecha hubiese
atravesado su corazón.
Allí estaba ella: Sus largas colitas rubias
estaban salpicadas de sangre, y sus ropas estaban completamente teñidas de
aquel mortífero color, que contrastaba, ahora, con el color marmóreo que había
adquirido su piel al desangrarse. Sus ojos estaban cerrados, lo que le daba una
apariencia pacífica y tranquila. No hizo falta que Tuxido Mask la tocara para
comprobarlo… su cuerpo estaba helado, y su corazón había dejado de latir…
¡Sailor Moon estaba muerta…!
Tuxido Mask quedó petrificado. La locura
desquiciada atravesó su mente y amenazó con estacionarse allí de forma
indefinida. El ritmo de su corazón perdió algún orden determinado; sus miembros
y extremidades dejaron de responderle y sus pensamientos se amontonaron todos a
la vez en la punta de su cerebro, mientras que sus emociones explotaban una
tras otra sin darle oportunidad a un respiro. Un hilo de desesperación se
confundió con la esperanza y Tuxido Mask se aferró a él: Sailor Moon no podía
estar muerta, todo debía ser un mal entendido. Después de todo, estaban en el
“Antiverso”, las leyes naturales no aplicaban igual que en el Universo. Él
tenía que llegar hasta ella, tenía que besarla, tenía que regresarla a la vida…
Como pudo se arrastró hasta ella, se
aproximó hasta estar a la altura de sus labios. Pese a la ausencia de vida,
ella seguía siendo hermosa; su piel blanquecina hacía resaltar los restos del
intenso color rosado de sus labios; sus largas pestañas coronando sus ojos
cerrados resaltaban la idea de que solamente estaba dormida. Tuxido Mask se
despojó de su sombrero y su antifaz, y dejó que su rostro buscara acoplarse con
el de ella, un camino que su cuerpo, por sí solo, conocía de memoria…
— ¡Fuego oscuro de Marte!
El poder de Mars Prowler, una ola de llamas
negras, alcanzó a Tuxido haciendo arder su brazo, justo en la zona donde estaba
la herida de la daga. Pero a Tuxido ya no le importaba el dolor. Él sólo quería
despertar de esta pesadilla, estar al lado de su amada, que su amada volviera a
la vida, volver a oír su voz, sus celos, su risa, llevarla de paseo y disfrutar
verla emocionarse ante cada escaparate de ropa, de juguetes, de mascotas… Nada
existía ya para él, sino la chica que había sido su compañera durante tanto
tiempo, incluso desde otra vida, y que, se suponía, estaba destinada a ser su
compañera en una vida futura. Pero ahora que ella ya no existía, ya tampoco
existía nada para él, ni el dolor, ni el fuego, ni los truenos, ni los golpes,
ni el hielo… ya nada podía hacerlo sufrir más que el hecho de haber perdido lo
que más amaba en el mundo.
—Es lo único que te queda. —La voz de Dark
Endimion se dejó oír desde lo alto del cráter. —Sufrir. Así es como debió ser,
y así es como será durante lo que te queda de vida, que no es mucho. Además,
nos aseguraremos que tus amigas tengan un final similar, —dijo mirando de reojo
los cuatro torbellinos en los que estaban prisioneras las Sailors.
— ¡Sinfonía del agua maldita de Mercurio!
Afortunadamente el poder de Mercury Prowler
extinguió las llamas que atacaban el cuerpo del príncipe de la tierra.
Desafortunadamente inmovilizó la mitad de su cuerpo en el interior de un
montículo de hielo negro que iba absorbiendo su energía de manera muy
peligrosa.
———— O ————
Una vez que el
fragmento del espejo de Neherenia se unió al Titan Mirror, el Terrible Caos se
apoderó del espejo telescópico. El espejo que tenía la capacidad para reflejar
todo el universo, ahora lo reflejaba con maldad… una versión opuesta al
universo que conocemos… un Antiverso. Y junto con las estrellas, planetas y
satélites, también hubo personajes que se
vieron reflejados en una versión opuesta y malvada. Así, en el Antiverso
surgió Dark Endimion como el ser más poderoso, comandando el ejército de los
Planet Prowlers, y arrastrando una odiosa mascota que parecía destinada a estar
siempre a su lado: Anti Sailor Moon.
En cuanto todos
ellos se enteraron de la existencia del Universo y del Titan Mirror como un
portal entre ambos mundos, los invadió el deseo de destruir todo lo que allá
representaba una fuente poderosa: El amor, la justicia, la esperanza, los
sueños, la luz… Y había una persona que tenía todo eso en cantidades tan
grandes que les resultaba insoportable: Sailor Moon. Dark Endimion no podía
deshacerse de su mascota, pero podría desquitar todo su odio y frustración asesinando
a aquella copia opuesta que habitaba en el universo. Después, como cereza del
pastel, podrían humillar y exprimir todo el sufrimiento del patético ser que
osaba mostrar el mismo rostro de quien podía considerarse el ser más malvado de
la existencia, el de Dark Endimion: Darien
Así fue como los
Planet Prowlers invadieron el universo, secuestraron a Sailor Moon y la
asesinaron. Después aprisionaron a las Sailor Scouts que habían salido en su
persecución, y guiaron a Tuxido Mask hasta una trampa que terminaría con sus
deseos de vivir.
———— O ————
—Me gusta cómo se ha
transformado este prendedor, —dijo Anti Sailor Moon entre brinquitos de niña
pequeña. — ¿Verdad que me lo puedo quedar, Dark Endimion? A ella se le veía muy
bonito, a mí también me deberá lucir bien, sobre todo con el cambio que ha
sufrido.
Dark Endimion sintió
asco, pero sonrió cuando se le ocurrió una nueva idea. No pensó que podía ser
el peor error que podía cometer.
— ¿Por qué no se lo
presumes a él? —Le dijo. —Demuéstrale que ahora es tuyo, que te pertenece el
prendedor.
Los Prowlers rieron
la ocurrencia de su amo, mientras que Anti Sailor Moon festejó, y dando
brinquitos se acercó hasta Tuxido Mask en su prisión de hielo, frente al cuerpo
inerte de la verdadera Sailor Moon.
— ¡Mira! ¿Verdad que
quedó lindo? Y ya lo oíste, ahora me pertenece.
El prendedor estaba
abierto, y la maravillosa flor de cristal en la que se había transformado el
cristal de plata, ahora resplandecía en negro. Ya no era blanca, plateada, sino
negra cristalina, como obsidiana. El resto del prendedor sí había perdido
brillo, se había vuelto opaco, sin colores, como si estuviera hecho de roca
caliza.
Tuxido Mask miró el
prendedor, que Anti Sailor Moon sostenía bajo su rostro, y sintió de nuevo todo
el dolor y la tristeza subiendo por su garganta. Levantó la vista, que de
repente se le había nublado, y enfocó el cadáver de su amada…
— ¡Te amo, Serena!
No pudo más… el
dolor se abrió paso a través de sus ojos para salir al exterior… una lágrima de
amor recorrió su mejilla, surcó la comisura de sus labios y resbaló hasta su
barbilla, desde donde se soltó para caer. La pequeña gota cruzó el aire oscuro
hasta que tocó una nueva superficie… el centro de la flor de cristal.
Con una magia
maravillosa, como la que sólo se puede dar por amor, por un verdadero amor, la
lágrima de Tuxido Mask comenzó a purificar el cristal de plata, devolviéndole
su brillo y poder. Entonces la verdadera Sailor Moon aspiró una gran bocanada
de aire y comenzó a respirar de nuevo. Anti Sailor Moon quiso deshacerse del
prendedor, pero se había pegado a su mano, y cuando se intensificó el brillo
del cristal de plata la empezó a quemar.
— ¡NO PUEDE SER!
—Gritó Dark Endimion.
Anti Sailor Moon se
desintegró, desapareció por completo. El cristal de plata cayó al suelo y desde
allí lanzó un poderoso rayo en dirección al infinito. El hielo que envolvía a
Tuxido Mask se desvaneció, sus heridas sanaron, y él volvió a vestir su
armadura. A lo lejos, los torbellinos también desaparecieron y las Sailors
quedaron libres. Sailor Moon se incorporó, su vestido se limpió de la sangre
que la cubría, y ella miró alrededor muy confundida. Dark Endimion y los
Prowlers quisieron atacar, pero la fuerza invisible del Cristal de Plata les
impidió avanzar. Endimion se apresuró a recoger el prendedor del suelo y corrió
a encontrarse con Sailor Moon. Al llegar a ella la sujetó con fuerza y la besó
con desesperación, mientras que dejaba que el resto se sus lágrimas fueran
enjugadas por los cabellos de ella.
—Darien, ¿Qué está
pasando? —Sailor Moon no recordaba nada, pero el cristal de plata seguía
emanando su poderoso rayo hacia el espacio.
Las Sailors llegaron
corriendo, pasaron por entre los Prowlers y Dark Endimion, que se hallaban
paralizados, y descendieron al cráter con sus amigos.
— ¡Serena, Darien!
¡Se encuentran bien! —Festejaron las cuatro juntas.
Cuando los seis se
encontraron reunidos, el rayo del Cristal de Plata alcanzó el Titan Mirror.
Entonces todo el espacio en el Antiverso se vio iluminado por la luz más
hermosa que jamás se hubiere visto. El fragmento del espejo de Neherenia fue
rechazado hacia el interior del Antiverso, y allí mismo fue liberado el
Terrible Caos. Dark Endimion y los Prowlers recuperaron la movilidad y la
aprovecharon para huir. El Titan Mirror giró y apuntó al centro del cráter. Las
Sailors y Endimion fueron envueltos por la luz… todo lo demás desapareció…
———— O ————
Serena abrió
lentamente los ojos y miró alrededor. Estaba muy confundida. Vio los libros, el
equipo de sonido, reconoció los muebles. Estaba en el departamento de Darien,
recostada en el sofá.
— ¡Ya despertaste!
—Serena dio un respingo al oír la voz de Darien. —Estaba muy preocupado,
pensando en cómo explicarle a tus padres que no irías a cenar.
— ¿Qué sucedió?
—Preguntó Serena, aún sin entender bien lo que pasaba, aunque empezaba a
recordarlo.
—Que estábamos
viendo una película y te quedaste dormida.
—Tuve un sueño muy
extraño. A decir verdad, creo que más bien fue una pesadilla.
—Tranquila. ¡Ya
pasó! Ahora estás a salvo, y yo estoy aquí para protegerte. —Darien le sonrió a
Serena y le apretó la mano con ternura. Ella le devolvió la sonrisa.
Cuando fue la hora
de partir, Serena recogió su bolso y se dirigió a la puerta. Esperó a que
Darien la alcanzara. Sabía que seguramente Luna estaría esperando al otro lado,
lista para regañarla. Darien llegó, y antes de abrir la puerta miró a Serena de
frente y le tomó las dos manos entre las suyas. Cuando él la soltó, Serena
descubrió que tenía algo entre las manos… ¡Era su prendedor! Lo abrió y se quedó
sin habla. El Cristal de Plata se había transformado en una maravillosa rosa
plateada. Pero había algo más. En el centro de la flor había una pequeña piedra
saliente y redonda, aún más brillante que el mismo cristal. Era una lágrima…
—Darien… —lo miró a
los ojos y él le devolvió la mirada. —Fue sólo un sueño, ¿verdad?
—Así es, Serena.
Solamente fue una pesadilla, y gracias a esta lágrima de amor, nunca volverá a
hacernos daño.
Fin
Luis Arthur Goldstar Raider.
Descarga de Responsabilidad
(Disclaimer):
Título del Fanfic:
Una Lágrima de Amor
Autor:
Luis Arturo Gómez
Rodríguez, bajo el seudónimo de Luis Arthur Goldstar Raider.
Descarga de Responsabilidad:
Sailor Moon y todos
sus personajes son idea original y creación de Naoko Takehushi, y propiedad de
Toei Animation Inc. La publicación de este Fic tiene fines puramente expresivos
y no lucrativos